Estuvimos en el Pabellón de Literatura donde fue presentada la primera novela de Mónica Volonteri ASandro (una historia clínica)@, pero no fue hasta un par de semanas después que tuvimos la oportunidad de leerla y oírla mientras la leíamos.

Disfrutamos esta historia de una niña que crece al amparo de pequeñas curiosidades que se van convirtiendo al paso de los años en verdaderas y preocupantes obsesiones.

La historia comienza en la Argentina de los años 70´s y culmina en el Nueva York de los años 90´s. Más de 20 habrían de pasar desde que la niña conoció a Sandro, a través de un poster que tenía su nana en su habitación. Sonaba ARosa, Rosa@ en la radio de entonces y ahí empezaron los cuestionamientos acerca del gitano y sus canciones.

La familia que vivía en Bariloche se trasladó a Buenos Aires donde, primero la madre y luego el padre se dieron cuenta de que esta niña no era como las demás.

Contaba menos de 10 años cuando fue llevada por primera vez a la consulta sicológica. Y esta conducta se convirtió en otro modo de vida para la obsesa. La sicóloga y la paciente se convierten en codependientes de una historia que se cuenta como una novela a ritmo y frases de canciones de Sandro que permanece como personaje real y que hasta aparece como ficción en el mismo texto.

Divididos los capítulos con títulos del ídolo argentino (Rosa, Rosa, Blanca diosa, Una muchacha y una guitarra, Te propongo, )Cómo te diré?, Porque yo te amo, Se te nota, Me amas y me dejas, Así, Quiero llenarme de ti).

La historia clínica abarca a toda la familia y las sociedades y símbolos artísticos y políticos de las épocas que comprende (de inicio al final) y entre uno y otro tiempo los versos y la voz de Sandro de América.

Leída la novela, una tragedia de sucesos livianos y cotidianos, nos deja una cierta humedad en el alma y una nostalgia Apenas y penas y penas/ hay dentro de mí/ que ya no se irán/ y es porque a mi lado tu no estás/ te recordaré como algo que fue/ solo un sueño hermoso y nada más.