LIBROS
La novela “El Generalísimo”
de Carlos Agramante

<STRONG>LIBROS</STRONG><BR>La novela “El Generalísimo”<BR>de Carlos Agramante

POR JESÚS DE LA ROSA
Nuestros historiadores no terminan de ponerse de acuerdo sobre la naturaleza política del régimen del Generalísimo Rafael Leonidas Trujillo. ¿Se trató de una dictadura totalitaria o de una tiranía? La inevitable evolución de su régimen a lo largo de su dilata existencia

 ¿modificó su naturaleza política o mantuvo sus rasgos esenciales hasta el final?  ¿Cuáles fueron las causas que originaron la llamada Era de Trujillo? ¿Por qué la figura de ese sátrapa hoy sigue suscitando debate? 

El ajusticiamiento del Generalísimo Rafael Leonidas Trujillo, la noche del 30 de mayo de 1961 ha generado cientos de libros y miles de testimonios, lo que constituye un epitafio textual que supera cualquier otro acontecimiento de la historia dominicana.

Como solía afirmar el fallecido escritor Ramón A. Font Bernard, Trujillo es un cadáver que aún permanece insepulto. Su régimen dominado por la corrupción y por la sangrienta represión de los derechos y las libertades continúa ejerciendo una fascinación particular a los ojos del pueblo dominicano.

La novela histórica ¨El Generalísimo¨  de Carlos Agramonte combina un relato vigoroso y humano de los acontecimientos que rodearon el ajusticiamiento de Rafael Leonidas Trujillo y sus consecuencias con una incitante ética de su legado a la posteridad.

En su novela, Carlos Agramonte logra reproducir la misma atmósfera de delación, miedo y tortura que forjó el ejercicio ilícito del poder.

Valiéndose de testimonios personales y de documentos encontrados en archivos privados, Carlos Agramonte intenta transfigurar lo acontecido en la llamada Era de Trujillo en una realidad literaria.

Con su obra, el ingeniero Carlos Agramonte, trastocado en poeta y novelista, intenta romper con lo que él entiende como una conjura de silencio tendida alrededor de los acontecimientos que dieron al traste con uno de los regímenes más sangrientos de la historia de la América española.

Antes de la aparición de la novela de Carlos Agramonte  disponíamos de valiosos testimonios de gentes que estuvieron directamente involucradas en el ajusticiamiento de Trujillo y de familiares cercanos a éstas. Personas como el general Antonio Imbert Barreras, Miguel Ángel Bissie, Lourdes de la Maza, Fernando Amiama Tió, Luís Salvador Estrella M, Anne C. Reid Cabral,  Marcelino Vélez Santana, Tomás Báez Díaz, Antonio García Vásquez, Manuel Ovín Filpo y otros dieron a conocer sus versiones acerca de los sucesos que culminaron con el ajusticiamiento de Trujillo.

El presentador de la novela ¨ El Generalísimo ¨  afirma que  ¨ durante muchos lustros se le escondió al gran público la verdad sobre los acontecimientos que dieron al traste con la férrea y criminal dictadura a que sometió a la República Dominicana el Generalísimo ¨  y que por su rigor histórico la novela de Carlos Agramonte ¨  supera las leyendas que se tejieron en torno a Rafael L. Trujillo en su etapa final ¨ 

Esos alegatos constituyen un desafío para los intelectuales que creen   que se había dicho y escrito todo sobre los acontecimientos que rodearon el ajusticiamiento de Trujillo. 

Carlos Agramonte afirma haber tenido en sus manos copias de documentos encontrados en los archivos de la CIA nunca antes publicados.

Aquí suele confundirse la novela alrededor de un personaje con su historia. Así, la novela ¨ Enriquillo ¨  de Manuel de Jesús Galván es vista por muchos como una biografía del cacique. Por ello la novela ¨La Fiesta del Chivo¨  de Mario Vargas Llosa produjo tantos disgustos en algunos de nuestros intelectuales, quienes llegaron a sostener que en la misma se ofendía el honor de la mujer dominicana, y que su texto  estaba preñado de errores y de inexactitudes.

Carlos Agramonte para escribir su novela ¨El Generalísimo¨  pudo haber consultado los archivos de la CIA  y, de paso, haber indagado sobre las vidas y los milagros de todos las personas  que participaron en los acontecimientos que culminaron con el ajusticiamiento de Trujillo no para contar la verdad sino, más bien, para mentir sabiendo sobre qué y por qué mentía. Así se procede cuando de escribir una novela histórica se trata.

La novela de Carlos Agramonte será objeto de encendidos debates. Muchas de las personas que sobrevivieron a los acontecimientos del 30 de mayo se sentirían ofendidas por  lo expresado por su autor.

En su novela Agramonte utilizó personajes reales y de ficción que narran en primera persona y sirven de hilo conductor de los acontecimientos que dieron al traste con la dictadura de Trujillo. Así Brad H. Wilson, jefe de las operaciones de la CIA en el Caribe y los agentes de ese cuerpo de espionaje Marvin E Taylor y Leer J. Reed en el primer relato; la estudiante de tercer año de la carrera de Derecho Carmen José Hernández, hija del coronel Andrés Hernández, agente del Servicio de Inteligencia Militar, perdidamente enamorada de su novio Ezequiel González, estudiante de inginería civil, miembro de una célula del Movimiento 14 de Junio que lleva a cabo un intento fallido de asesinar a Trujillo en el segundo relato; Juan Zavala, primer teniente piloto de la Aviación Militar Dominicana, su novia Patricia Acosta, joven estudiante de medicina,  y el coronel de aviación Luciano Montero, quien pretende, valiéndose de su rango, casarse con la prometida de su subalterno, en el tercer relato. 

Más que con recuerdos propios y ajenos, Carlos Agramonte afirma que pudo armar el argumento de su novela con datos e informaciones provenientes de los archivos de la CIA. ¿ Cómo logró el autor de la novela ¨ El Generalísimo¨   acceder a esa fuente?  Ni lo dice ni sugiere que al respecto se trate de un elemento más de ficción.

Estructura de la novela

La novela de Carlos Agramonte comprende tres relatos paralelos que expresan el control y el dominio del régimen de Trujillo en la vida pública y privada de los dominicanos.

 En el primer relato, Carlos Agramonte subraya la situación extremadamente difícil del régimen trujillista después de la expedición del 14 de junio de 1959 y después del intento fallido del sátrapa de asesinar al presidente Rómulo Betancourt de Venezuela; revela la existencia varios grupos que traman matar a Trujillo, unos dependiente de los servicios de información de los Estados Unidos; otros, que recibían ayudas y orientaciones de Fidel Castro.

¨ El régimen de Trujillo en la República Dominicana está enfrentando sus más serios problemas en la historia de sus 30 años. Ha sido condenado y aislado por acciones de la VI Reunión de Cancilleres de San José, de agosto de 1960. La situación económica del país se ha deteriorado. La oposición al régimen se está expandiendo y se está haciendo más dura y reportes recientes indican que la remoción de Trujillo puede que sea inminente ¨ 

Conocedora de esa situación, la Agencia Central de Inteligencia de los Estados Unidos envía a la República Dominicana a tres de sus agentes más experimentados con el propósito de entrar en contacto con los grupos pro estadounidenses que planeaban eliminar al dictador y a denunciar a los opositores izquierdistas de Trujillo para que fuera éste quien los eliminara.

Los enviados estadounidenses le cuentan a Henry Dearbon, cónsul general de los Estados Unidos en el país, que han venido a este país a participar en la eliminación física de Trujillo, haciéndole saber que dicha operación habría de ser ejecutada por nacionales dominicanos motivado por la convicción y que el gobierno de los Estados Unidos estaba preparado para negar públicamente su participación en ese hecho.

El cónsul Henry Dearbon contactó al señor Luis Amiama Tió y al general José Román Fernández, Secretario de Estado de las Fuerzas Armadas y casado con una sobrina del dictador.

Luís Amiama Tió les confiesa a los agentes estadounidenses que el plan  del  grupo que dirige Antonio de la Maza es de secuestrar a Trujillo y que se diera un golpe de Estado. Y que, una vez que Trujillo estuviese fuera de circulación,  el general

La novela de Carlos Agramonte pierde fuerza al introducirse en ella unos relatos tan cursi como los amoríos de estudiantes universitarios y de jóvenes pilotos de la otrora poderosa Aviación Militar Dominicana. Parecería que la intención del autor fuera la de llamar la atención de losRomán Fernández habría de sucederle mediante un golpe de Estado. 

Carlos Agramonte subraya en su novela la disposición del general José Román Fernández de dar un golpe de Estado siempre y cuando los norteamericanos se comprometieran a impedir que el hijo del Generalísimo Ramfís Trujillo quien estaba en París, pisara tierra dominicana después del golpe de Estado; que la flota estadounidense se colocara en un lugar visible y próximo a las costas dominicanas; y que el cadáver de Trujillo le fuera mostrado.

Los generales Román Fernández y Arturo Espaillat y otros allegados a Trujillo no son bien tratados por el novelista, por lo es de esperarse que algunos de ellos manifiesten su inconformidad. 

De acuerdo a lo expresado por Agramonte en su novela, fueron agentes de la CIA los que organizaron el complot para ajusticiar al sátrapa, y fueron ellos quienes entrenaron al grupo que llevó a cabo con éxito el atentado del 30 de mayo de 1961.

Desde los primeros momentos posteriores al ajusticiamiento del Generalísimo Rafael Leonidas Trujillo se hizo evidente la participación del gobierno de los Estados Unidos en el hecho.

El presidente Dwight Eisenhower creía que ¨era deseable conectar los casos de la República Dominicana y Cuba pero también creía que era muy necesario resolver la situación de Trujillo, ya que parecía imposible modificar la creencia latinoamericana de que la situación de Trujillo es más seria que la situación de Castro. Hasta que Trujillo sea eliminado, no podremos lograr que nuestros amigos latinoamericanos lleguen a un nivel adecuado de indignación al tratar con Castro. 

Historiadores dominicanos y escritores extranjeros han dado cuenta de la participación del gobierno de los Estados Unidos en el ajusticiamiento de Trujillo y en la caída definitiva de su régimen. Pero, no en la forma como Carlos Agramonte la presenta. 

La parte que enfoca  la participación del gobierno de los Estados Unidos en la eliminación de Trujillo es la mejor lograda de la novela de Carlos Agramonte. El autor relata la apasionante vida de los protagonistas de su novela en un esfuerzo por esclarecer las extrañas circunstancias que rodearon la participación de éstos en el complot que culminó con la muerte de Trujillo.

La novela de Carlos Agramonte pierde fuerza al introducirse en ella unos relatos tan cursi como los amoríos de estudiantes universitarios y de jóvenes pilotos de la otrora poderosa Aviación Militar Dominicana. Parecería que la intención del autor fuera la de llamar la atención de los jóvenes de la presente generación y no de la generación actuante en la llamada Era de Trujillo.

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