LIBROS
Se declara autor de libro no le acreditaron

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Contrario a casi todos los escritores, Alexis Gómez Rosa no experimentó al ver impreso su más reciente libro, la alegría que se compara con la de un padre al  nacer su hijo: borraron su nombre de la portada anulando una diligente y estimable labor de editor.

Pero además, la presentación de “Una palabra para cruzar el puente, Antología poética de La Antorcha”, no fue “la gran fiesta” conmemorativa de los 40 años de ese grupo, como prometió públicamente el secretario de Estado de Cultura frente al Presidente de la República. “Terminó en un cumpleaños barrial, fue algo pobre”, comenta desconsolado el laureado poeta.

Gómez Rosa se siente traicionado, vejado, maltratado, ofendido. Considera abiertamente injusto el tratamiento que, para él, “evidencia una actitud malsana, un rechazo a mi trabajo”, una burla a sus “noches de adrenalina y pasión invertidas”, tan solo por “caprichos y mezquindades” de dos escritores, según declaró: Mateo Morrison y Enrique Eusebio.

Él tuvo la idea de seleccionar las mejores producciones de esa generación poética, en la que se incluye. Adquirió fotos, diseñó la portada, escogió las letras y disposición de los textos, tocó a las puertas de escritores, críticos, antologistas buscando material para el rico apéndice que contiene el volumen. Cuando no encontró un documento en archivos públicos o en el propio, “sangró sus bolsillos” para comprar un retrato, una crónica, fotocopiar poemas.

Injusta y arbitrariamente, significa, se cambió la imprenta en la que cotizó, y él no supo jamás el destino de su obra que cuenta la historia de La Antorcha, a la que pertenecen, además, Amarilis Rodríguez, actriz de intenso trabajo, y el homenajeado intelectual residente en Nueva York, Fernando Vargas.

“Se cambió de imprenta para que yo ignorara el lugar y no pudiera protestar, decir que yo era el autor de los textos y retirarlos. Eso evidencia una actitud de querer imponerse sobre lo que manda la decencia”, manifestó.

Indignación, desilusión, angustia, dolor, decepción y muchas incógnitas se apoderan de su estado de ánimo sin encontrar explicación al proceder de sus dos colegas. Cuenta que el secretario de Cultura, “buscando una salida salomónica al impasse, admite en la portadilla que yo soy el editor, es la mejor prueba de que realmente lo soy”. Pero esta solución no le satisface, alega. Lo que el lector ve en el estante de las bibliotecas y librerías es el título del libro y los nombres de Rafael Abreu Mejía, Soledad Álvarez, Enrique Eusebio, Mateo Morrison y Alexis Gómez Rosa, dando la impresión de que son los editores. Son los demás miembros de La Antorcha.

“Yo lo hice, le di seguimiento, calor a la idea, la concepción gráfica del libro es mía, la topografía, todo es mío, desde el título hasta el colofón. No supe nunca en qué imprenta se  estaba publicando y, por supuesto, no le pude dar seguimiento, porque se me desconoció”, exclama.

Alexis Gómez Rosa se enteró de la puesta en circulación por terceros hasta que finalmente recibió una invitación. Pero decidió no asistir, “no podía validar lo que entendía una vejación, una traición a un trabajo realizado”, argumenta.

Para cruzar el puente
“Mi desilusión, mi desencanto, vienen por la incomprensión de una actitud que procuró desconocer una entrega con el rescate de obras de beneficio común”, comenta Gómez Rosa. Agrega que le sorprende “el hecho de que el secretario de Cultura aceptara como bueno y válido el planteamiento de quienes me impugnaban (Morrison y Eusebio) a sabiendas de que yo había realizado el trabajo desde el principio hasta el fin. Es inconcebible”

No está satisfecho con los créditos en la portadilla y pregunta: “¿Qué es lo visible cuando vas al stand de una librería? Aquí no se ve un responsable”, responde señalando la portada. “Tienes que entrar al libro para saberlo”

Confiesa que siempre ha contado con el apoyo de José Rafael Lantigua, ministro de Cultura, para sus proyectos. “No entiendo, nunca pude entender que él no se inclinara a validar mi reclamo, que nunca debió ser reclamo pues es el fruto de mi esfuerzo y dedicación… A pesar de todo, de estar orillando la vida en la Secretaría de Cultura, creo que no hay en el horizonte quien se pueda calzar las botas de José Rafael Lantigua para dirigir la Secretaría. Su hoja de servicios brilla con luz propia marcando un antes y un después en el acontecer cultural del país”

El significado del título del conflictivo libro es, según Gómez Rosa, “la divisa del ingreso al reino de la poesía. La palabra como salvoconducto para incursionar libremente por la ciudad que legitimaba el más alto decir. Los del grupo La Antorcha vivíamos en la zona Oriental de la capital y procurábamos hacer presencia en la ciudad donde residían los poetas mayores: Domingo Moreno Jimenes, Franklin Mieses Burgos”

Los de La Antorcha, agrega, eran los de la palabra inédita, sin publicaciones de ningún tipo, jóvenes de 17 a 20 años. “Hicimos camino al andar y en esa larga marcha fuimos dando un perfil a nuestra obra. Ahora cumplimos 40 años de un ejercicio escritural ininterrumpido”

“Una palabra para cruzar el puente, Antología poética de La Antorcha”, con una hermosa portada alegórica y una impresión de alta calidad, tiene 422 páginas ilustradas con fotos de poetas de éste y otros grupos literarios. Se imprimió en Mediabyte. A Alexis Gómez le obsequiaron 60 ejemplares, de una tirada de mil. Él ha colocado el volumen en revistas virtuales, enviado al extranjero y entregado a intelectuales criollos.

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