Liceístas y aguiluchos dos fanaticadas
muy especiales

Liceístas y aguiluchos dos fanaticadas <BR>muy especiales

POR LEONARDO CASTILLO
Desde el 1951 a la fecha esta será la 18va ocasión en que los conjuntos de los Tigres del Licey y las Aguilas del Cibao se midan en una final del torneo de béisbol invernal. Siendo el equipo capitalino, el que ha salido airoso en la mayoría de las finales en que ha enfrentado a los cibaeños, a los cuales ha derrotado en 10 oportunidades, la última ocasión en la temporada 2001-2002.

La rivalidad que ha surgido entre ambas novenas es tal, que ya ha desplazado a la que existía entre los llamados eternos rivales(Leones y Tigres), hasta tal punto, que en los enfrentamientos entre los azules y mameyes, sin importar lugar ni horario, se agota toda la boletería.

La rivalidad de estos dos conjuntos ha sobrepasado las líneas de cal de los estadios Cibao y Quisqueya, hasta llegar a los fanáticos, que rivalizan en demostrar cual de las dos fanaticadas es más creativa a la hora de animar a su conjunto favorito.

El aguilucho es un fanático sumamente expresivo, que va al estadio para animar a su equipo con todo lo que tiene, se pintan la cara y el cuerpo, llevan objetos alusivos a sus jugadores y cualquier cosa que sirva para molestar al oponente.

No temen llorar en publico si se ven perdidos, cosa a la que están pocos acostumbrados, tanto así que se hacen llamar los Yankees del Caribe. en alusión al conjunto de Las Grandes Ligas, que es el máximo ganador de ese circuito.

Se definen y con razón como los fanáticos más aguerridos de la pelota local, al punto de ser los más volátiles y dispuestos a la pelea, ya sea por una llamada de un arbitro en una jugada que les sea desfavorable o porque hablen en contra de uno de sus jugadores.

Los cibaeños exhiben orgullosos su regionalismo, es ya natural escuchar en los estadios expresiones como “Aficealo”, “Vual Aguila”, o ver una agria discusión, que a veces termina en trifulca si alguien habla mal del emblemático Luis Polonia.

“Se va la Guagua, se va la Guagua”, en alusión a Miguel Tejada cuando esta bateando con corredores en las bases. Son solo algunas de las frases que se oyen en el llamado estadio más alegre del Caribe.

Contrario a los demás conjuntos las Aguilas pueden perder el campeonato de cualquier otro equipo y duele menos que cuando sucede de manos del Licey.

De su lado la fanaticada azul es efusiva, pero en menor escala que los cibaeños. Los liceistas de unos años hacia acá, han ido tomando la forma de animar en el estadio de los aguiluchos.

Por eso no es extraño ver en el Quisqueya pancartas, bandas de música, cornetas y objetos diversos conque aupar al conjunto azul.

“El equipito” y “Licey Campeón”, son los gritos de guerra más socorridos por los parciales del conjunto de la capital, como manera de animar a los rayados. El orgullo de los seguidores de los felinos es que la mayoría de las veces que han ido a finales frente a las Aguilas, ellos no salen como favoritos y han ganado en 10 de 17 ocasiones que se han enfrentado.

El fanático liceista cuando su conjunto esta perdiendo, no asiste al estadio y de inmediato pide la cabeza del dirigente, los aguiluchos son más paciente en cuanto a la destitución del manager.

Odian perder

Ambas fanaticadas se entregan en cuerpo y alma para animar a sus respectivos conjuntos, son los fanáticos que han hecho resurgir el béisbol en el país por su gran rivalidad.

Son los fanáticos de ambos conjuntos que a partir de hoy estarán en los colmadones, esquinas, centros laborales y donde quiera que haya un televisor, apostando quien ganará y dándole cuerda al fanático que pierda.

¿Para usted, cuál es el fanático más emotivo?

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