Liceo en La Esperanza aguarda por profesores

Liceo en La Esperanza aguarda por profesores

Los comunitarios en asamblea en el plantel para demandar soluciones.

Docencia en politécnico Germán Martínez es impartida días intercalados, igual falta seguridad, conserjes y mayordomos

En un colorido, festivo, y elegante acto, el presidente Luis Abinader abrió el año lectivo 2023-2024 en el Liceo Germán Martínez, del barrio La Esperanza, sector capitalino Los Ríos. Mató dos pájaros de un tiro: inició las clases y entregó el plantel tras nueve años en construcción, pero faltan 42 docentes de una matrícula de 49, y no es lo único.

La Mesa Comunitaria resalta la vulnerabilidad del edificio por la ausencia de los seis vigilantes y los cuatro porteros. Igual, los 20 conserjes, las dos secretarias y los dos mayordomos acordados para garantizar el orden. Pide sea nombrado personal de la empobrecida comunidad.

Los coordinadores Elías Acosta, Ramón Puello Luna, Marley Rosero, Adelina Rodríguez y Alfredo Arnoud, esperan que no transcurra el mismo tiempo en designarlos que en edificar la obra y alertan que por la falta de profesores, la docencia es impartida días intercalados a los 950 alumnos.

Confían en que con el desayuno, la comida y merienda para los estudiantes no pase lo mismo, porque aún no la reciben, pese al anuncio de que sería dispuesta desde la apertura del centro.

Acosta expresa que acogieron el llamado del mandatario de que la población esté unida a la transformación de la enseñanza junto al Ministerio de Educación y el Gobierno en pleno y más, le recordó que esta ha sido una lucha activa de la gente.

Puello Luna interviene para rememorar que en el lapso de paralización por una litis de los propietarios de los terrenos y las autoridades, fue la barriada la que asumió esa causa, que culminó en la inauguración de la infrastuctura y ahora aguardan a que cumplan con sus funciones.

Rosero recordó la imperiosa necesidad de contar con ese liceo para evitar el desplazamiento de niños y adolescentes a otros sectores, en los que debían incluso estudiar de noche por la falta de cupo matutino y vespertino, con el riesgo que implica.

Agradece que esa justa demanda haya sido escuchada tanto tiempo después pero exclama que para festejar necesitan el trabajo completo.

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