Licey al medio, Santiago.- La falta de energía eléctrica, agua, seguridad ciudadana, hundimiento de varias carreteras, caminos vecinales en mal estado  y una  zanja peligrosa es la queja a voces de los líderes comunitarios de Licey al Medio.

Son numerosas las gestiones que han realizado ante las autoridades municipales y entre las peticiones,  solo algún que otro arreglo en  algunas  comunidades,  básicamente pintando parques, arreglando aceras y ayudas a particulares.  Pero la crisis se siente entre los habitantes que reclaman poner más atención  a Licey, si no se irán  a una  huelga general.

Martín Suárez, del Frente Amplio  de Lucha Popular (FALPO), es de opinión  que en  Licey “estamos en  pie de lucha, siempre buscando soluciones a los problemas de la comunidad”, y advierte que es responsabilidad del gobierno tener comunidades dignas de vivir.

“Ahora mismo aquí se puede decir que  la luz no llega. El agua está cada vez peor y los  hombres  y mujeres estamos  hartos de denunciar lo mismo”, expresó Julio Martínez.

En el recorrido desde la entrada de Canca hasta  Monte de la Jagua, existe un tramo que se derrumbo hace tiempo y todavía no ha sido reparado, además de que la carretera necesita  una reparación urgente.

“Esta es la única entrada que tenemos y, como pueden ver, los traseuntes corren el riesgo de derrumbarse por aquí”, dice  Suárez.  “Estamos hartos de  esta situación, y nosotros solicitamos de la Secretaría de Estado de Obras Públicas para que vengan a solucionar el problema, que en algunos casos los accidentes que  hemos visto, aunque no han sido fatales, han presentado serios inconvenientes a familias  y a la comunidad”, indica el líder comunitario.

Consideran  que aunque las  lluvias han dañado en gran parte  esta  carretera, también sostienen que existe una dejadez de las autoridades.

Reiteró que, por la indiferencia manifiesta en los representantes del Estado en la comunidad, no  existe ningún  interés de arreglar este tramo afectado.

“Esta es  la única entrada que tenemos, y como pueden ver, los traseuntes corren el riesgo de derrumbarse por aquí”, dice.

Los habitantes no tienen más paso ni salida que por esta vía y en  las temporadas de lluvia la situación es peor, sobre todo para los estudiantes, quienes  corren el riesgo de  accidentarse.

Reflexiones

Demandaron la rápida terminación de una  zanja que permita vivir en tranquilidad a todos los pobladores, pues “si es de día, resulta peligroso, si es de noche peor, cualquier camión parece que al llegar a la zanja se volteará, lo que hace definitivamente que la gente viva en la constante zozobra, miedo y preocupación. Los residentes en esta comunidad de la región Norte del país, al igual que los de otras regiones, manifiestan la misma constante de que las autoridades hacen caso omiso a sus reclamos hasta que deciden presionar mediante paros como último recurso.