POR MIRFAK ROWLAND
En el mercado existen innumerables bebidas con aromas y sabores peculiares. Muchas de éstas se producen utilizando elementos como la manzana, la piña, la uva y demás frutos que dan un sabor exquisito y producen combinaciones que endulzan el paladar de cualquier mortal.

Hierbas y otros productos de la tierra forman parte de la gran cadena de componentes que dan paso a sabores deliciosos, caracterizados por poseer una moderada y a veces elevada cantidad de alcohol.

El licor es una de estas bebidas y se obtiene, según especialistas, tras procesos de destilación que aromatizan el líquido. Los licores se caracterizan por poseer colores vivos, brillantes y por el sabor dulce, el cual suele ocultar su alta graduación alcohólica, la que varía entre los 27 y los 55 grados, según sea la mezcla y el productor.

Si nos referimos a su historia, se puede destacar que los primeros licores fueron elaborados en la Edad Media por físicos y alquimistas con el objetivo de darles un uso medicinal, para pociones amorosas y como afrodisíacos. Esto en parte era cierto, dado a que es conocido que el Kummel o la menta ayudan a la digestión.

 El licor y la salud

A pesar de que el exceso en la ingestión de bebidas que contienen alcohol puede ocasionar efectos negativos en la salud, en dosis moderadas el licor puede aportar algunos beneficios, como la disminución del riesgo de enfermedades coronarias o la suplementación de ácido fólico, además de que provoca desinhibición y ayuda a mejorar la capacidad de relación y la autoestima. En dosis pequeñas, la ingesta de licor mejora también el estado de ánimo del individuo.

Licores hechos en casa

Muchas empresas licoreras elaboran deliciosos licores basándose en hierbas y frutas. Otra opción es la de elaborarlo en casa, como una manera de hacer una bebida original y con la cantidad de alcohol adecuada

Los especialistas en la materia de licores han encasillado esta bebida en tres tipos: aquellos con una sola hierba, predominando su sabor y aroma; los que están elaborados a partir de una sola fruta y los producidos a partir de mezclas de frutas y/o hierbas.

Entre los licores más consumidos cabe destacar el de manzana, el Anisette (hecho a base de anís), el de cacao, el de menta, triple seco, entre otros.

En la actualidad, diversas instituciones se dedican a la experimentación y utilización de elementos de la naturaleza para la elaboración de licores. Tal es el caso del Instituto de Biotecnología (IIBI), que realiza experimentos utilizando el cactus o nopal para la elaboración de un delicioso licor, además de otras entidades que elaboran licores a base del jengibre, idea muy acertada y apropiada para estas Navidades.

Muchas empresas licoreras elaboran deliciosos licores basándose en hierbas y frutas. Otra opción es la de elaborarlo en casa, como una manera de hacer una bebida original y con la cantidad de alcohol adecuada al gusto de quien lo prepare.

Además, esta propuesta puede ser una excelente alternativa para aquellos que gustan experimentar y desarrollar sus habilidades culinarias.

Y para complementar esta alternativa, he aquí algunas propuestas:

Licor de menta
Ingredientes:
1 taza de alcohol de caña de 95 grados
1 1/2 libras de azúcar
1 taza de agua
1 cucharadita de esencia de menta
1 o 2 gotas de color vegetal

Preparación:
Prepare un almíbar suave con el azúcar y el agua. Enfríe.
Mezcle alcohol, esencia de menta y el color vegetal.
Mezcle con el almíbar y póngalo en una linda botella.

Licor de crema de limón
Ingredientes:
2 libras de limones
1/2 litro de alcohol
1 libra de azúcar
750 cc de leche
1/2 libra de crema de leche

Preparación:
Macerar la cáscara de los limones en el alcohol durante una semana. Disolver el azúcar en la leche y agregar la crema de leche. Mezclar las dos preparaciones y filtrar. Envasar y conservar en la nevera.

Licor de naranjas
Ingredientes:
1/2 litro de alcohol etílico (se consigue en farmacias)
Las cáscaras de 4 naranjas
1 cajita de azafrán
1/2 libra de azúcar
1 cucharada de vainilla o reemplazar por unas gotas de esencia de vainilla
1/2 cucharada de glicerina
1 litro de agua

Preparación:
Verter en un frasco de vidrio el alcohol y el agua.
Agregar las cáscaras de naranjas, el azafrán, el azúcar y vainilla. Dejar en maceración durante 10 días con el frasco cerrado. Después de haber sido puesto al sol durante dos horas todos los días y bien movido con espátula de madera, se filtra y se embotella, agregando previamente la glicerina.