Líder chiíta retira milicias calles Irak

<P>Líder chiíta retira milicias calles Irak</P>

BAGDAD. AFP. El líder chiita Moqtada Sadr pidió este domingo a sus milicianos que «se retiren de las calles» tras seis días de combates contra el ejército y la policía iraquíes, una decisión que fue acogida con satisfacción por el gobierno de Nuri al Maliki.

«Queremos que los iraquíes cesen de derramar sangre y que defiendan la independencia y la estabilidad del país, y por eso hemos decidido retirarnos de las calles de Basora y de otras provincias», anunció el líder radical en una declaración firmada y difundida por su oficina en Nayaf (centro-sur).

El primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, consideró que el llamamiento realizado por el clérigo radical a sus milicianos era «una buena iniciativa que va en la buena dirección», según un comunicado difundido en Bagdad.

«Esperamos que esto contribuya a estabilizar la situación, a hacer que se aplique la legalidad, y a apoyar el proceso de reconstrucción», aseguró el primer ministro en el comunicado.

El anuncio de Sadr se produjo tras seis días de combates entre el Ejército del Mahdi (la milicia de Moqtada Sadr) y las fuerzas regulares iraquíes apoyadas por unidades norteamericanas, en los que se produjeron más de 270 muertos y centenares de heridos.  Las escaramuzas comenzaron el 25 de marzo en Basora, el gran puerto petrolero del sur de Irak, y se propagaron a otras ciudades sureñas iraquíes, así como a los barrios chiitas de Bagdad.

En su comunicado, Maliki volvió a reiterar que las fuerzas de seguridad iraquíes no tenían como blanco a la milicia del jefe radical. «Las operaciones de seguridad en Basora no van dirigidas contra ningún grupo político o religioso, principalmente el movimiento sadrista», reiteró.

Un poco más tarde, Maliki prometió a los milicianos que entreguen las armas que no serán perseguidos por la justicia, un gesto «en agradecimiento» al llamamiento de Sadr a sus combatientes.

El portavoz gubernamental, Ali Debbagh, añadió que las fuerzas de seguridad continuarán persiguiendo «a aquellos que no obedezcan las órdenes del gobierno ni las de Moqtada Sadr».  El movimiento de Sadr y las autoridades iraquíes iniciaron negociaciones el sábado para solucionar la violenta crisis, según reconoció el domingo a la AFP un responsable sadrista. El anuncio de Sadr llevó la calma al país, a pesar de que las dos principales ciudades de Irak, Bagdad y Basora  continuaban paralizadas por un toque de queda. 

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Habla al Maliki

En su comunicado, Maliki volvió a reiterar que las fuerzas de seguridad iraquíes no tenían como blanco a la milicia del jefe radical. «Las operaciones de seguridad en Basora no van dirigidas contra ningún grupo político o religioso, principalmente el movimiento sadrista», reiteró.  Maliki prometió a los milicianos que entreguen las armas que no serán perseguidos por la justicia.

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