El presidente de la Confederación de Unidad Evangélica (CODUE) negó ayer que esa entidad haya recibido exoneraciones para sus miembros y pidió claridad a los organismos de inteligencia del Estado, por la versión de que varios pastores evangélicos son investigados sobre el destino dado a facilidades para importar vehículos.

El reverendo Reynaldo Franco Aquino, presidente de la CODUE, expresó que a partir de hoy hará contactos con el Departamento Nacional de Investigaciones (DNI), junto a una comisión de pastores, con fines de aclaración.

Afirmó que el CODUE trae alrededor RD$800 millones al año, de donaciones procedentes de Europa, Estados Unidos y de otros lugares, por lo que no tiene la necesidad de vender exoneraciones, ni tampoco se las han otorgado.

«Nosotros seguimos creyendo que la Iglesia Evangélica constituye una gran parte de la reserva moral de la nación y solicitamos a los organismos de seguridad del Estado, brindar un informe público y claro como resultado de esas investigaciones», dijo Franco Aquino.

El reverendo produjo sus declaraciones por la publicación aparecida en el vespertino El Nacional, de que organismos de seguridad del Estado estarían investigando el destino dado por congregaciones religiosas y pastores evangélicos, a facilidades otorgadas por el gobierno para importar vehículos exonerados.

En la misma publicación se afirma que algunas congregaciones y pastores de iglesias evangélicas beneficiadas por el gobierno con hasta 20 exoneraciones para traer carros y guaguas, las vendieron.

No obstante, el pastor Franco Aquino negó que esa institución representativa de las iglesias evangélicas haya tenido que ver con exoneraciones y sostuvo que no ha recibido ninguna.

«La Confederación Dominicana de Unidad Evangélica no ha firmado, en el presente período gubernamental, una sola petición de exoneración», agregó.

No descartó que a lo mejor los funcionarios del gobierno hayan estado concediendo exoneraciones a personas sin la debida representación institucional, como se hacía en gobiernos anteriores.

«No podemos hacer una evaluación de la situación, porque no tenemos ningún tipo de control respecto a ese caso», dijo, tras lo cual añadió que no es una cultura, la negociación de facilidades entre pastores evangélicos.

Expresó que si algún evangélico tomó la opción de vender alguna exoneración recibida, sería para invertir en alguna necesidad de la iglesia, porque no se tiene ningún tipo de ayuda gubernamental.

Señaló que no descarta que haya grupos que quieran hacerle daño a la Iglesia Evangélica, después que se firmó el pacto social, aunque dijo no poder acusar a nadie de manera directa.