Crisis haitiana. Insiste en la renuncia del primer ministro Ariel Henry
El líder de una poderosa pandilla haitiana dijo el viernes que levantará el bloqueo a la distribución de combustible que ha provocado una crisis en hospitales, gasolineras e incluso suministros de agua en la capital del país.
El líder de la pandilla G9, Jimmy “Barbecue” Chérizier, organizó una conferencia de prensa para anunciar que por siete días permitirá que hospitales, escuelas y gasolineras envíen camiones a la estación de recarga de combustible en el puerto.
Sin embargo, enfatizó que la suspensión es sólo temporal y volvió a pedir la renuncia del primer ministro Ariel Henry, a quien acusa de estar involucrado en el asesinato del presidente Jovenel Moïse perpetrado el 7 de julio.
Chérizier agregó que volverá a cerrar el puerto en una semana y lo mantendrá así hasta que Henry renuncie.
Poco después del anuncio de Chérizier, The Associated Press vio dos camiones cisterna llegar al puerto, cargar el combustible y alejarse sin incidentes.
La capital y gran parte del país han estado paralizados desde el mes pasado, cuando G9 cerró la entrada al puerto en donde se almacena y distribuye el combustible.
La policía y el ejército parecen incapaces de confrontar a la G9 y otras pandillas, aun cuando el cierre de gasolineras paralizó gran parte de la ya precaria economía.
Los hospitales reportaron que rechazaron pacientes debido a la falta de generadores, muchos autobuses dejaron de circular, y bancos, oficinas gubernamentales y escuelas cerraron porque no había transporte. Las estaciones de bombeo de agua se vieron afectadas por la falta de combustible.
La carencia de combustible provocó protestas de frustrados conductores de camiones, autobuses y taxis.
¿Y los misioneros secuestrados?.-
El grupo G9 es una de las varias pandillas que han asediado la capital del país y provocado que miles huyan de los barrios controlados por delincuentes. Uno de esos grupos tiene secuestrados a 17 miembros de un grupo misionero de Christian Aid Ministries, con sede en Ohio, desde el 16 de octubre y exige millones de dólares como rescate.
Esta semana, el gobierno de Estados Unidos exhortó a los ciudadanos estadounidenses a salir de Haití debido a la inseguridad y la severa falta de combustible. Mientras que también Canadá anunció el viernes que sacaría a todos los empleados de su embajada con excepción del personal esencial.