Nativo de Anamuya, provin­cia La Altagracia, Pelagio Paulino o como mejor le co­nocen Negro, ya ha pasado media vida en Mano Juan en la Isla Saona, Parque Nacional del Este.

Desde el 2007 es guardaparques del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales.

Además de ser apicultor, agricultor, cazador, pescador y líder comunitario, Negro encuentra el tiempo cada día para ayudar a salvar de la extinción a las tortugas marinas de la isla.

Las playas del sur de la Saona reciben anual­mente la anidación de la Tortuga Tinglar, la Tortuga Verde y sobre todo, El Carey, especie críticamente amenazada.

Se estima que anualmente visitan la isla alre­dedor de 25 hembras anidadoras, las cuales co­locan unos 100 nidos.

Negro y sus colaboradores (incluyendo su fa­milia) se desvelan para protegerlas, al igual que sus nidos, a veces varias noches corridas sin dormir, o corriendo de madrugada hasta distantes playas, antes que los saqueadores ro­ben los codiciados huevos, erróneamente con­siderados como afrodisíacos por muchos domi­nicanos.

En el patio de su casa, Negro ha convertido su antiguo gallinero en un centro de incubación, y está obteniendo un éxito de eclosión digno de cualquier laboratorio científico. Por si fuera poco, ha sido pionero en lo que se ha deno­minado “CSI Tortugas”: cuando encuentra un nido robado en la playa, toma una foto digital de las huellas de los zapatos del saqueador y luego se dirige a las casas de los posibles sospe­chosos hasta que da con ellos, les confronta con la evidencia, y les hace arrepentirse. De hecho, ya ha logrado convertir en un informante a uno de los depredadores principales que había identificado. Es por esto que el señor Pelagio es reconocido por nuestra revista como un autén­tico líder comunitario.