Liderazgo en sintonía

Liderazgo en sintonía

Los circuitos de la radio al igual que de la televisión comprenden una planta o lugar donde se genera la señal, una antena desde donde se difunde la programación y por supuesto cada uno de los receptores que recibe el mensaje.

Para que una familia pueda ver lo que está transmitiendo equis canal tiene que poner su aparato de recepción  a vibrar a la misma frecuencia que lo hace el transmisor; en eso consiste lo de estar en sintonía. Sin embargo, este escrito no versará sobre la difusión electrónica moderna sino sobre la necesidad de lograr que un auténtico líder de mayoría sintonice con los sueños y aspiraciones de su pueblo. Cuando las fuerzas sociales nacionales están pasando por un prolongado momento crítico, cual paciente que se desangra, no podemos entretenerlo diciéndole que su shock hemorrágico es pura imaginación y que solo existe en su mente. Con semejante proceder solamente veremos su colapso.

Es cierto que en la heterogeneidad de la escalera social no todo el mundo percibe la panorámica global de igual manera. Quien está arriba no siente que lo pisa nadie, los de abajo soportan toda la carga y a lo sumo se miran sus pies hinchados, heridos y maltratados.  Ese edificio social es una pirámide donde el tope es de unos cuantos y la base la conforma cerca del ochenta por ciento de la población.  El grueso de los y las dominicanas no vive en la mejor de las condiciones. Un líder de la dimensión de Juan Bosch le expresaba a la socióloga Vanna Ianni: “Mi origen social explica el contacto que tuve desde niño con artesanos, pequeños campesinos, gente pobre, y de ese contacto saqué una lección que no he olvidado nunca ni como escritor ni como político.

La lección consiste en tener presente que lo que le interesa al pueblo dominicano es el mejoramiento de sus condiciones materiales de existencia, y esa convicción se expresa en lo que digo y en lo que hago en el terreno político así como en lo que escribía – cuentos y novelas- cuando me dedicaba a la literatura. Un partido político dominicano, como el de cualquier país de capitalismo tardío, sobre todo si se propone alcanzar la liberación nacional, no puede conquistar apoyo de las masas si no tiene presente lo que les interesa a esas masas”.

Vanna Ianni preguntó a Bosch: ¿Qué factores cree usted que concurrieron a la derrota del Partido Revolucionario Dominicano en las elecciones del año pasado (1986)? Respuesta: “En primer lugar, la incapacidad de los gobiernos perredeístas para resolver los problemas que afectan a las grandes masas del pueblo dominicano. Esos problemas son los que afectan las condiciones materiales de existencia de la mayoría de las masas: carencia de servicio médico, de escuelas, de medios de transporte público, de trabajo; de caminos necesarios para sacar los productos agrícolas hacia centros urbanos y calles intransitables en esos centros; carencia de agua, de luz eléctrica para las viviendas campesinas y servicio eléctrico carísimo para los demás. Todo eso hizo que el dominicano promedio votara para castigar al PRD”.

Pongamos todo nuestro liderazgo en sintonía con el pueblo desde ya, pues de lo contrario el castigo de mayo 2012 no será para el PRD.

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