En una pared alguien escribió: «¿Eres ético? No, soy político».
Es un grafito que denuncia un mal más grave que la guerrilla y el narcotráfico: la siniestra corrupción de líderes y dirigentes.
El país está en el caos por la doblez y la deshonestidad.
Sin moral en la cúpula, es inútil pedir ética en la base. La patria necesita líderes movidos por altos ideales y no por una ambición desmedida y por pasiones desbordadas.
Un sistema corrupto causa más muertes que el terrorismo, y se convierte en un desorden establecido.
¿Por qué no se llama subversivos a los funcionarios expertos en el fraude, el peculado y los desfalcos?
¿Por qué los partidos políticos no expulsan de sus filas a los inmorales y los deshonestos?
El país vivirá en paz solo cuando el poder se use para servir y la ética guié la política y la economía.
La patria tendrá futuro cuando pesen mas los valores morales que los valores económicos.
(Tomado del libro «Cuatro amores» de Gonzalo Gallo González, pag. 333, ISBN 958 95750 1 3; y contribuído por Levis Cenac).
(r.molina@codetel.net.do).