JOSÉ BATISTA
Los símbolos son los aspectos visibles de las ideas. Los símbolos  se forman según la interpretación que se dan  a los mitos.

El mito relata la acción por la cual la deidad se revela así misma en su poder; el símbolo lo hace perceptible a los sentidos, el símbolo  conecta  las emociones con los mitos.

Por medio de la interpretación de los símbolos podemos identificar lo que mantiene la cohesión de un grupo o una sociedad.

Los símbolos representan una unidad de energía inconsciente capaz de provocar una acción cohesiva en la dirección del mito. Por ejemplo, la energía que produce en un campo de batalla el levantar la bandera en medio del fragor de un combate. La bandera simboliza el alma de la Patria; se experimenta un deseo incontenible por mantenerla flotando. 

Para poder traer cambios sociales sostenibles, es necesario reinterpretar el mito por medio de símbolos diferentes, es ese concepto lo que se denomina «re-mitologizar»; pues el mito no se destruye, lo que significaría destruir la psique inconsciente.  Se puede hacer síntesis cultural, lo que es igual a encontrar el nuevo significado del mito en el contexto de hacia donde se desea evolucionar.  Este nuevo sentido se manifiesta como un deseo inconsciente. Ese deseo puede ser queja, protesta, desconcierto, o simplemente apatía.

 Cuando una sociedad no se ha desarrollado interioremente, el líder es el que puede interpretar el deseo inconsciente de las masas, aun sin darse cuenta, sino sólo por el hecho de exhibir las características del héroe inmortal, entonces es muy seguro que el líder será un dictador.

Un ejemplo de esto lo es el surgimiento de Adolfo Hitler en Alemania. El Nazismo es una regresión hacia el mito de la raza aria. Se necesitaba de un héroe  que simbolizara el encuentro. El proceso fue el siguiente:

Alemania se encontraba sumida en un momento de incertidumbre, político, socio-económico.

1. – El libro El Mito del Siglo 20: una evaluación de formación mental y espiritual de la formación de los conflictos de nuestro tiempo, escrito por Rosemberg, crea la esperanza de un líder que habría de dar carácter de realidad al mito de la supremacía de la raza aria.

 2.- El mito evolucionó hacia un sistema casi sagrado, y el libro  se puso en todas las bibliotecas escolares y capturó el corazón de la juventud alemana.

 3.- El mito debía ser conectado al linaje de poder de la divinidad, por tanto, se conectó a Jesucristo como descendiente de la raza aria, como un guerrero y encontraba su reinterpretación en Hitler.

 4.- El mito necesitaba de un libro que uniera ese deseo con la prédica del nuevo líder. Ese libro fue Mein Kampf, el cual reemplazó la Biblia.

Se necesitaba un símbolo  que produjera la emoción en la dirección del mito. Ese símbolo fue la swastika que reemplazó a la cruz. Un nuevo orden social quedaba establecido: a) la reconexión con el mito de la raza,  b) la interpretación de héroe, sustituyendo a Jesús, c) el culto, un  sistema cuasi-religioso, que eventualmente substituiría a todas las demás religiones.

 5.- El concepto de  mitología y su impacto en la sociedad estuvo bien enraizado en la mente de Hitler. Esto es así porque aun en el aspecto musical, su predilección era por la música de Richard Wagner, quien en sus cuatro óperas The ring of the Nibelunglied, resucitó el mito de Siegfred, que al final de la opera Wallan hace arder en las llamas a Valhala para aniquilarse a sí mismo. Hitler intentó de emular a Wallan, tratando de destruir a Alemania consigo. Hitler ejemplariza el papel de los mitos y los símbolos.