NACIONES UNIDAS (AP).- Algunos de forma muy diplomática, y otros no tanto, la mayoría de presidentes latinoamericanos le tiraron de las orejas al gobierno de Estados Unidos en la 61va Asamblea General de Naciones Unidas.
Ninguno fue tan frontal como el presidente venezolano Hugo Chávez, que lanzó una diatriba contra las políticas «imperialistas del gobierno estadounidense y tildó al presidente George W. Bush de «diablo. En medio de risas y aplausos durante su discurso, Chávez llevó el bastón de mando de ataques verbales contra Washington, que abarcaron críticas desde la invasión de Irak hasta la política de libre comercio que promueve la Casa Blanca.
El presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva señaló que con mucho menos dinero del que se ha destinado al conflicto en Irak se podría cambiar «la triste realidad de gran parte de la población mundial… Salvar millones de vidas.
«El hambre alimenta violencia y fanatismo… La grandeza de los pueblos no radica en la belicosidad sino en el humanismo, dijo Lula.
Las críticas contra Estados Unidos llegaron de forma velada. Chávez y su homólogo boliviano Evo Morales fueron de los pocos que lo mencionaron directamente, al igual que uno de los vicepresidentes cubanos, Esteban Lazo Hernández.
Sin la vehemencia ni el magnetismo de Fidel Castro pero con la misma retórica, Lazo denunció lo que calificó de «plan anticubano y «política criminal de Estados Unidos y aseguró que «el pueblo cubano no será jamás derrotado.
Morales esgrimió una hoja de coca en la Asamblea para ilustrar lo que considera es una errónea percepción estadounidense de dicha planta. Asimismo, pidió a Washington, «con mucho respeto que «retire las tropas de Irak si queremos respetar los derechos humanos.
Vicente Fox, el presidente mexicano, mantuvo un tono más conciliador, y sin mencionar el problema migratorio entre su país y su vecino del norte, se limitó a señalar que falta una mayor cooperación internacional para resolver los temas de paz y seguridad.