Líderes africanos negocian paz en Sudán del Sur

Líderes africanos negocian paz en Sudán del Sur

JUBA, Sudán del Sur. Los líderes de Kenia y Etiopía llegaron el jueves a Sudán del Sur para mediar entre el presidente sursudanés y sus rivales políticos a los que acusa de tratar de derrocarlo en un golpe de Estado que, según el gobierno, detonó la violencia y amenaza con destruir al país de más reciente creación del mundo.

El presidente keniano Uhuru Kenyatta y el primer ministro etíope Haile Mariam Desalegn se reunirán con el presidente sursudanés Salva Kiir el jueves, según el ministro de Información, Michael Makuei Lueth. Los líderes mundiales han exhortado a sus homólogos de Sudán del Sur a poner fin a los actos violentos que se teme han cobrado la vida de miles de personas.

Estados Unidos, Noruega y Etiopía encabezan los esfuerzos para iniciar las negociaciones de paz entre Kiir y sus rivales políticos.

En su mensaje navideño, Kiir se dijo dispuesto al “diálogo” con todos sus detractores. Naciones Unidas investiga reportes de asesinatos en masa desde que la violencia comenzó a expandirse por todo Sudán del Sur tras un choque entre guardias presidenciales el 15 de diciembre que enfrentó a soldados del grupo étnico dinka, al que pertenece Kiir, con los del grupo étnico nuer, del que forma parte el ex vicepresidente Riek Machar.

El funcionario humanitario de Naciones Unidas de mayor rango en Sudán del Sur, Toby Lanzer, dijo el lunes que cree que la cifra de muertos ha superado los mil.

Lueth indicó que el gobierno sursudanés aún no ha tenido contacto formal con Machar, a quien se acusa de liderar lo que el gobierno insiste en llamar una intento golpista, porque se esperaba que “el rebelde” primero renunciara a la violencia.

“Por nosotros, no hablaremos con él”, dijo en referencia a Machar, cuyo paradero se desconoce. Las fuerzas del gobierno tratan de retomar el control de Bentiu, capital del estado de Unidad, rico en petróleo, de manos de las fuerzas leales a Machar. También ha habido reportes de combates nocturnos en Malakal, capital del estado de Alto Nilo, según Lueth.

Los estados Alto Nilo y Unidad comprenden la región clave de la producción petrolera del país, lo que aumenta los temores de que los disturbios en la zona puedan cortar el sustento económico de Sudán del Sur. Cerca del 99% del presupuesto del gobierno proviene de sus ingresos petroleros.

Cerca de 45.000 personas se han refugiado en bases de Naciones Unidas y sus alrededores en el país y 81.000 se han visto obligados a abandonar sus hogares como resultado de enfrentamientos que aumentan el temor de una guerra civil en Sudán del Sur.

El país se separó pacíficamente de Sudán en 2011 tras un acuerdo de paz de 2005. Antes de su separación, el sur luchó durante decenios con Sudán. El país, uno de los menos desarrollados del mundo, aún tiene grupos de resistencia rebelde y los enfrentamientos tribales han causado cientos de muertes.

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