Managua. EFE. Los presidentes centroamericanos concluyeron hoy una reunión extraordinaria en Managua con la decisión conjunta de solicitar a Estados Unidos cambios en su política migratoria, que afecta a miles de residentes de la región en ese país. Emigrar es un derecho, no un delito, dijo el presidente de Honduras, Manuel Zelaya, durante la rueda de prensa con la que culminó la cumbre, a la que asistieron también, Elías Antonio Saca, de El Salvador; Martín Torrijos, Panamá, y Daniel Ortega, presidente del país anfitrión.
Centroamérica, coincidieron todos, es víctima de los problemas que se originaron en el Norte, a propósito de la crisis financiera y económica mundial que los gobiernos regionales afrontan con fortaleza». Subrayaron la importancia de revisar el modelo internacional económico vigente, que ha provocado el desorden económico.