De las 32 provincias del país, Pedernales, Independencia y Elías Piña registran los indicadores más deficientes en desarrollo humano. Esas demarcaciones lideran los índices de pobreza: Elías Piña con un 83.2%, Pedernales con 74.6%, Independencia 72.9% y Dajabón 53.9%.

En total hay 31,738 hogares pobres, de ellos más del 28% padecen de extrema pobreza.

Esos datos fueron ofrecidos por el Foro Permanente para la Priorización de la Inversión Pública en las provincias fronterizas, en el que se analizó la situación de la pobreza.

Demanda una urgente distribución equitativa del presupuesto general del Estado y mayor calidad del gasto público que promueva el desarrollo sostenible de sus habitantes, especialmente de los niños y adolescentes, los cuales se hayan en situación de vulnerabilidad.

Adela Matos, coordinadora del foro, afirmó que la población infantil, que constituye el 35% de la población general en la zona, es una de las que más padece los efectos de la pobreza. Por ejemplo, en el acceso a una educación de calidad, donde la falta de cobertura en la educación inicial es 27.02 % mientras que en la educación media es 38.15 % ambas por debajo de los promedios nacionales.

Precarios servicios salud. Otro problema grave, señala, es la precariedad de los servicios de salud, por falta de infraestructura adecuada, equipamiento, personal especializado, capacitado y permanente e insumos médicos, además de programas preventivos dirigidos a la mujer y adolescentes, evidenciándose en altas tasas de embarazos en adolescentes y de mortalidad materna e infantil.

En el tema de salud, las provincias fronterizas presentan niveles de subdesarrollo en el acceso a agua potable: “Solo el 25 % de los hogares de Independencia tiene fuente de abastecimiento de agua de acueducto dentro de la vivienda; Pedernales tiene un 23 % y Elías Piña apenas llega a un 18 %, todas por debajo del promedio nacional”, dijo.

Expresa que en el 2015 la participación porcentual en el presupuesto fue de apenas el 2.47% para las cuatro provincias fronterizas.

Poco acceso a educación. Por otro lado, señala que la falta de acceso a una educación de calidad es clara, ya que se posee en la línea fronteriza una falta de cobertura, tanto en la educación inicial, 27.02% de cobertura frente al 43.2% de la media nacional, así como en la educación media, 38.15% de cobertura frente al 51.1% de la media nacional. Esto incide para que la tasa de deserción del sistema educativo de las provincias de la frontera sea una de las más altas del país.

En el foro se analizan las implicaciones del enfoque predominante para la implementación de la inversión y de las políticas públicas en la frontera en relación al presupuesto nacional, acceso y calidad a los servicios públicos, así como al estado de los indicadores sobre pobreza extrema, desarrollo humano e inequidad social, y el impacto que todo esto tiene en las dinámicas de la movilidad humana.