MEXICO (AP) Los principales líderes del cartel de las drogas de Los Zetas ordenaron el reciente asesinato de 49 personas y que sus cuerpos mutilados fueran abandonados en el norte de México, declaró uno de los presuntos autores tras ser detenido por el ejército.
El subjefe operativo de la Secretaría de la Defensa Nacional, general Edgar Luis Villegas, informó el lunes que militares detuvieron a Daniel de Jesús Elizondo Ramírez, alias «El Loco», quien reconoció su participación en la masacre del 13 de mayo en el estado norteño de Nuevo León.
El detenido dijo que el plan incluyó colocar posteriormente mantas en las que Los Zetas se deslindarían de los crímenes en un intento por confundir a las autoridades.
Unos días después de la masacre las autoridades localizaron varias mantas en el norte de México con mensajes en los que Los Zetas negaban ser responsables de los crímenes.
Los mensajes eran parte de una estrategia «para causar confusión en las autoridades y en la opinión pública», aseguró el funcionario militar.
El general Villegas dijo que en el historial de Elizondo también destaca haber sido parte de un grupo de sicarios de Los Zetas que en 2008 incursionaron en el departamento de Zacapa, en Guatemala, en busca de extender sus operaciones hacia la nación centroamericana.
La incursión de Los Zetas en Guatemala se tradujo en varios enfrentamientos con grupos locales, en uno de los cuales murió Juan José «Juancho» León, considerado un líder del narcotráfico guatemalteco.
Elizondo fue detenido el viernes en un vecindario de la municipalidad de Guadalupe, también en Nuevo León, e intentó evitar su captura atacando a los militares con una granada de fragmentación.
El general Villegas dijo que Elizondo declaró que los líderes de los Zetas habían ordenado dejar los 49 cuerpos mutilados en la plaza principal de la municipalidad de Cadereyta, aunque decidió junto con otros cómplices abandonarlos en una carretera cercana donde finalmente fueron localizados por las autoridades.
Las autoridades señalan como los principales líderes de Los Zetas, un grupo creado en la década de 1990 por desertores de un grupo de élite del ejército, a Heriberto Lazcano Lazcano y Miguel Angel Treviño Morales, por quienes se ofrece una recompensa de unos 2,1 millones de dólares.
La masacre fue el último hecho violento de lo que el gobierno federal considera es resultado de una feroz batalla entre Los Zetas y sus rivales del cartel de Sinaloa, que se alió con la organización denominada del Golfo.
Los Zetas y Sinaloa son vistos por el gobierno como los dos mayores carteles de las drogas de México en este momento.
Elizondo, quien es considerado el jefe de Los Zetas en Cadereyta, dijo que los cabecillas del grupo también decidieron divulgar un vídeo en internet que reproduce algunos momentos en que presuntamente abandonan los cuerpos.
Hasta ahora las autoridades no han identificado a ninguna de las víctimas, que fueron abandonadas sin cabeza, manos ni pies.
La violencia atribuida al narcotráfico y al crimen organizado ha dejado más de 47.500 muertos desde diciembre de 2006, cuando el gobierno del presidente Felipe Calderón lanzó una ofensiva contra los carteles de las drogas.
Las cifras, sin embargo, sólo contabilizan hasta septiembre de 2011.
Un juez concedió una orden para mantener a Elizondo en prisión preventiva por al menos 40 días, mientras continúan las investigaciones en su contra.