Los líderes del mañana están en los hogares y en las aulas, por lo que fomentar la participación cívica de los jóvenes y apoyar los debates electorales desde estos escenarios es fundamental.
Las Naciones Unidas ha desempeñado un papel importante en la promoción del compromiso cívico y la participación democrática, especialmente entre los jóvenes, al reconocer que la participación activa de los jóvenes en los debates electorales y en la vida política en general es esencial para el funcionamiento saludable de las democracias en todo el mundo.
María Lorraine de Ruíz, directora del Notre Dame School, ha fomentado el interés de varios jóvenes y estudiantes que han participado en los programas de las Naciones Unidas. De la misma manera, genera discusiones electorales internas donde se eligen a los representantes de las aulas para involucrarse en la dirección, ejecución y ejercicio del proceso.
Ella resalta que los estudiantes tienen la libertad de postularse. No solo se toma en cuenta las habilidades de oratoria; más bien, un candidato integral. ¨En muchas ocasiones tenemos a un joven intelectual, que memoriza, que cumple con los estándares de índice; sin embargo, lo mueven otros intereses que necesariamente no son hablar en público o trabajar en este tipo de propuestas, por lo que se respeta las habilidades y las motivaciones de cada individuo¨.
En otras instituciones educativas el postulante es discriminado si no cuenta con un índice académico alto, aunque cuenta con otras habilidades, lo que provoca debates y cuestionamientos.
Propuesta de programas de educación cívica
Las Naciones Unidas propone promover programas de educación cívica en las escuelas y comunidades para enseñar a los jóvenes sobre la importancia de la participación política y cómo involucrarse de manera informada en los debates electorales.
La propuesta responde a la necesidad de que los jóvenes tengan acceso a información imparcial y objetiva sobre los candidatos, sus plataformas y los problemas en juego en las elecciones. Ellos sugieren incluir la promoción de medios de comunicación independientes y el desarrollo de herramientas en línea para acceder a información relevante.
La ONU, en su papel de promover la paz, la seguridad y los derechos humanos, apunta que los debates reflejan la diversidad de la sociedad, incluidas las voces y preocupaciones de los jóvenes, las minorías y otros grupos subrepresentados. Además de facilitar oportunidades para que la juventud se involucre directamente en estos espectadores, sin importar su rol: espectadores, organizadores o incluso como candidatos en ciertos casos.
En la República Dominicana hace unos años era obligatorio impartir en las aulas la materia de instrucción Moral y Cívica. Desde aproximadamente el año 2010 los últimos gobiernos han optado por mantenerla fuera de la educación ciudadana.
De acuerdo al artículo 63 de la Constitución Dominicana, ¨Toda persona tiene derecho a una educación integral, de calidad, permanente, en igualdad de condiciones y oportunidades, sin más limitaciones que las derivadas de sus aptitudes, vocación y aspiraciones¨.
Samuel Sena, del CODESSD, Consejo de Desarrollo Económico y Social de Santo Domingo, medita al respecto e invita a unificar criterios para trabajar con los debates e incluir formación de esta índole en las escuelas públicas y colegios.
¨Hay que llevar a las aulas los temas que afectan a la sociedad¨, añade Persio Maldonado, director del periódico Nuevo Diario.
Escuelas, colegios y universidades simulan procesos democráticos
En muchas instituciones educativas se organizan debates electorales como parte de los programas de educación cívica y participación ciudadana con la finalidad de que los estudiantes practiquen el proceso democrático, el funcionamiento de las elecciones y el papel de los ciudadanos.
Lux Mundi, colegio ubicado en Santo Domingo, organiza consejos estudiantiles al buscar equidad sobre procesos electorales. En este marco ellos presentan un currículo, deberes, derechos, deben ser referentes en su espacio escolar y permite crear perfiles de líderes que muestran en ese proceso.
La Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra, PUCMM, cuenta con clubes de debates, donde discuten los mejores métodos en el mundo.
Las estadísticas hablan
Un estudio titulado ¨El votante joven dominicano y su impacto en la consolidación de la democracia¨ revela que la demanda que hacen los jóvenes a los liderazgos políticos y autoridades electivas es desarrollar una nueva forma de hacer política enfocada en producir cambios estructurales a largo plazo. La motivación es dejar atrás el clientelismo, las promesas incumplidas, la contaminación visual y auditiva.
El estudio reveló que, para los votantes jóvenes dominicanos, los cinco temas que resultan ser de mayor interés para que los candidatos los integren en sus propuestas de campaña son: con un 43.1% la seguridad ciudadana; seguido de un 40.1% la educación; luego un 34.7% la salud; con un 29.8% la formación, empleabilidad y salarios; y con un 23.4% la corrupción y transparencia gubernamental.
Considerando que los cinco aspectos más negativos de las campañas electorales se encuentran encabezados por un 19.0% de las promesas incumplidas/irrealistas; en segundo lugar, un 14.4% por la contaminación que provocan las campañas; seguido por un 11.9% la poca transparencia en el reporte de gastos de los partidos; luego con un 11.4% la entrega de dinero o alimentos; y, por último, un 10.0% los mítines y marchas.
La forma de enterarse de los temas políticos y de las elecciones, se evidencia que los jóvenes dominicanos están altamente conectados a través de las redes sociales y las nuevas tecnologías demostrando que el 99.4% utiliza redes sociales y que la más utilizada es Instagram 84.6%, seguida por WhatsApp 69.5% y Facebook con 69.7%. De ahí, que los políticos deberán hacer un mejor aprovechamiento de estos espacios con mayor alcance en la población joven.
Otro de los hallazgos relevantes es que las mujeres siguen presentando mayores obstáculos para participar en la política. Pese a que las mujeres jóvenes entre 18 a 35 años son el grupo con mayores electores en el padrón electoral, representando un 18.9% de cara a las elecciones de 2024, se observa que es un perfil dedicado en mayor proporción a estudiar y ser amas de casa, así como a recibir menos ingresos, por lo que se identifican menos mujeres jefas de hogar y mayor dependencia económica.
De acuerdo a la Junta Central Electoral, el padrón electoral del 2024, cuenta con un aproximado de 3,027,211 electores hábiles. Esto indica que los jóvenes representan más de 35.0%, por lo que se requiere una promoción para lograr menor abstención en los procesos democráticos.
El último resumen de la JCE indica que el ausentismo dentro de los inscritos computados fue de 53.33%. Se realizó, además, el ejercicio de que si se excluyen del ausentismo los 870 mil votantes hábiles, que se encuentran registrados en el extranjero, entonces la abstención real sería de un 47.82 %, lo cual muestra un porcentaje alto aún.
Transformar la realidad desde las aulas y la familia
Desde ambos escenarios, aulas y familia, podemos implementar estrategias para apoyar a los debates electorales y fomentar la participación cívica de los jóvenes.
Desde las aulas, integrar la educación cívica en el currículo escolar, organizar simulacros de debates en las aulas para practicar habilidades de argumentación, investigación y oratoria e incluir temas relevantes para la comunidad y el país.
Analizar los discursos políticos y debates electorales en clases para comprender las estrategias, argumentos y forma de persuadir. Esto fomentaría la investigación independiente de los estudiantes sobre los postulantes, sus plataformas políticas y los problemas en juego en las elecciones.
Provocar estos espacios guiados facilitan que al presentar los temas controvertidos promuevan el respeto mutuo, el intercambio de ideas y la escucha activa entre los estudiantes.
El hogar es nuestra escuela de comunicación, por lo que si impulsamos discusiones en casa sobre temas políticos y electorales estamos animando a nuestros jóvenes a expresar sus opiniones y preguntar sobre el proceso electoral.
Hacer el ejercicio de ver los debates electorales en familia, discutir posturas de los postulantes y los temas tratados para apoyar a comprender mejor los procesos y sus implicaciones.
Evidentemente estas acciones estimularan a registrarse para votar una vez que sean elegibles, a darle importancia al voto y promover la participación cívica activa.
Siendo el hogar la fuente primordial de ejemplo, nos convertimos en su referente al participar activamente en la vida cívica, a dialogar de manera constructiva y respetuosa incluso cuando no estamos de acuerdo.
Deducciones
Las conclusiones generales muestran una alta abstención en los jóvenes, la clase media no vota, la mayoría de los jóvenes desconoce cómo se ejerce el voto, la política es vista como una comercialización, no hay armonía entre la vida real y lo que se enseña en los colegios, escuelas y universidades y que se requiere enseñar ética desde la asignatura moral y cívica aunando esfuerzos con las familias.
Con números, propuestas y testimonios integrales damos luz para una ciudadanía más participativa y equitativa.