Lideres en América Latina en innovación y universidades

Lideres en América Latina en innovación y universidades

Acabo de publicar un libro sobre los “Premios Nobel de 1901 a 2016” y muchos se han sorprendido al ver la alta concentración por regiones y países de los premiados en ciencias. El hecho se repite año tras año pero al verlo sistematizado la sorpresa es mayúscula. Sin embargo, una buena parte de los galardonados si bien la Fundación Nobel los sitúa como “estadounidenses” u otra de las nacionalidades más premiadas ello responde a que es el país donde han hecho sus aportes y del que han asumido la nacionalidad si bien son de otro origen en donde se desarrollaron profesionalmente. No obstante, tuvieron que emigrar hacia potencias económicas donde el trabajo de investigación es bien remunerado, lo que permite emprenderlo y continuarlo, y cuentan, además, con los laboratorios y medios tecnológicos modernos y adecuados.
Hace varios años la UNESCO resaltó que para poder avanzar en desarrollo hay que dedicar no menos del 1% del PIB a investigación, requisito imprescindible para innovar. En el 2013 Corea del Sur dedicaba 4.15%; Israel 4.04; Alemania 2.83; EE.UU 2.73% y China 2.01 si bien es el país que más ha incrementado esta partida en los últimos 15 años. En la región, excepto Cuba, ninguna nación se ha acercado al 1%. De acuerdo con el Índice Mundial de Innovación 2017 elaborado por la Universidad Cornell (EE.UU.), la Escuela de Negocios INSEAD y la Organización Mundial de Propiedad Intelectual –OMPI- no se encuentra ninguno de nuestros países entre los primeros 45 entre 130 naciones consideradas. Chile se ubica en la posición 46, Costa Rica en la 53 seguida por México en la 58. De doce parámetros que se toman como referencia se destacan lo invertido en educación y para la investigación. Otros países mejor posicionados fueron Panamá en el 63, Colombia 65 y Uruguay 67. El director de la OMPI destaca que la medición se centra en “la innovación en base a las instituciones, el capital humano y la investigación, las infraestructuras, las relaciones, la creación de conocimiento y la creatividad”. Por séptimo año seguido Suiza obtuvo el mejor resultado seguida de Suecia, Países Bajos, EE.UU., Reino Unido, Dinamarca, Singapur y Finlandia. Para el decano de la Escuela de Negocios de Cornell los “esfuerzos para cerrar la brecha que existe en materia de innovación deben centrarse ante todo en ayudar a las economías emergentes a comprender en dónde residen sus puntos fuertes y flacos”.

En RD dedicar el 4% a la educación, una urgencia ineludible, equivale a un enorme y justo esfuerzo.

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