Líderes estudian cuál es el mejor modelo económico a seguir

Líderes estudian cuál es el mejor modelo económico a seguir

A los líderes del mundo los ha arropado la incertidumbre sobre cuál modelo económico es el que mejor funciona para sostener el desarrollo económico mundial.

Según explica el economista Nouriel Roubini, el tema fue abordado en el Foro Económico de Davos, y  señala que  la reciente crisis financiera ha sacado a la luz los problemas del modelo capitalista anglosajón de mercado libre laissez faire, que carece incluso de una supervisión prudencial y de una regulación del sistema financiero.

“Ese modelo económico está, obviamente, en crisis”, afirma Roubini.

Por otro lado, señala que el modelo continental europeo del estado del bienestar también lo está, como demuestran los problemas fiscales y financieros que se viven en la periferia de la eurozona.

Explica que el estado del bienestar tradicional, con amplios pasivos no financiados en sistemas de pensiones y sanidad, está maltrecho por el envejecimiento de la población y el aumento del déficit y la deuda en casi todos los países europeos.

Roubini sostiene que la nueva alternativa en el horizonte es el  modelo del capitalismo de Estado que persiguen China, Rusia y unos cuantos mercados emergentes más.

Aunque señala que el capitalismo estatal ha funcionado bien hasta ahora en China (que ha vivido tres décadas con un crecimiento del 10 por ciento anual), advierte que  el régimen está dando señales de agotamiento.

“Hasta el presidente Wen admite que el modelo de crecimiento del gigante asiático es «inestable, desequilibrado, descoordinado e insostenible», agrega.

También señala que  el capitalismo estatal no funciona bien en Rusia, donde la recuperación tras la crisis de 2009 ha sido mediocre, con un crecimiento medio del 4% (muy por debajo del 8% del periodo 1998-2008).

“No sorprende que la clase media, representada por facciones liberales y grupos sociales de rentas más bajas y clase trabajadora (nacionalistas y comunistas) se manifieste con firmeza contra el régimen autoritario de Putin”, expresa Roubini.

El economista también indica que en recientes reuniones entre dirigentes de la eurozona y a escala internacional a las que ha asistido quedó claro que todos ellos están centrados en salir al paso de la crisis.

Explica que en la reunión de líderes mundiales celebrada  Alemania como de las que tuvieron lugar en el marco del Foro de Davos.

En el primero de esos dos escenarios quedó claro, en primer lugar, que el Banco Central Europeo (BCE) es cada vez más pragmático.

“Además, los líderes políticos cada vez aceptan mejor que el crecimiento es lo esencial, mientras que hay mucha menor preocupación por la inflación”, explica.

Además, reveló que “está claro, por otro lado, que se avecina más facilitación monetaria, en distintas formas: a través de unos tipos más bajos y, tal vez, también mediante una nueva ronda de facilitación cuantitativa (Quantitative Easing, QE)”.

Explicó que los dirigentes reconocen que un euro débil puede ser de ayuda, aunque ese debilitamiento tardará demasiado en llegar.

“Se entiende, por otro lado, que la devaluación interna y reforma estructural sólo ayudan a largo plazo, y se reconoce que los recortes fiscales agresivos son contraproducentes”, agregó.

Dijo que también hay una mayor apertura hacia la monetarización cuando la debilidad económica lo permita”.

Las claves

1.  Laissez faire está en crisis

Roubini dijo que el modelo capitalista anglosajón de mercado libre laissez faire  carece incluso de una supervisión prudencial y de una regulación del sistema financiero.

2.  Modelo europeo no funciona

Señala que el modelo continental europeo del estado del bienestar también lo está, como demuestran los problemas fiscales y financieros que se viven en la periferia de la eurozona.

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