Líderes y pensadores

Líderes y pensadores

La extremada capacidad de percepción de los artistas e intelectuales constituye su grandeza y, a la vez, su miseria y su tragedia. Frente a estos hombres sentimentales o meditadores aparecen otros hombres que tocan de cerca lo real, con toda tranquilidad, como quien tiene delante un reto natural. Bregar con el mundo es la única cosa que les parece razonable; pero ni siquiera lo piensan, pues de puro parecerles obvio no se hacen cuestión de ello. Consiste su vida en un continuo movimiento entre cosas reales y solo así se sienten vivir. De Napoleón, dijo Taine que pensaba con actos, que razonaba con acciones. Es el hombre de empresas, el hombre de acción.

El político y el intelectual son, según parece, dos tipos humanos diseñados para distintas faenas. Cuenta Sainte Beuve que Retz, el enemigo de La Rochefoucauld, decía de este último que se metió en todos los líos de su tiempo, conspiró, habló, escribió, guerreó y no paró en nada. “Bajo la Fronda ensayo la historia, la política y fracasó en todo. No ha sido nunca buen cortesano por sí mismo, aunque siempre tuvo intención de serlo. No ha sido jamás hombre de partido, aunque toda su vida estuvo comprometido en alguno”.

Siempre mostró La Rochefoucauld “algo irresoluto, de insuficiente, de incompleto en la acción, en medio de tantas cualidades superiores”. El no sé que de insuficiente que Retz veía en de La Rochefoucould, Sainte Beuve lo explica así: “su vocación consistía en ser observador y escritor, este fue el fin al que concurrió todo lo demás. A pesar de sus diversos ensayos como militar, como cortesano, como político, no era por completo ninguna de estas cosas: siempre había un rincón de su naturaleza que flaqueaba y destruía el equilibrio”.

“Su naturaleza, sin que él se diese cuenta de ello, tenía su segunda intención en todas las empresas: reflexionar sobre las mismas cuando hubieran pasado”. Esta diferencia entre hombres es la causa de que mientras Richelieu hacia la gran política de su tiempo, de La Rochefoucould escribía hermosas sentencias, reflexiones y máximas, esto es, literatura. ¿Cuál es la razón de que los dominicanos hayamos tenido tan pocos líderes organizadores? (Un ciclón en una botella; 1996).

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