El caso de Limber Vilorio (1972) atrae especialmente la atención desde su precisa participación en la XXl Bienal Nacional de Artes Visuales(Museo de Arte Moderno, 1999), evento en el que su inquietante escultura crítica titulada ATraje para Caminar en Santo Domingo@ logró impactar favorablemente a los especialistas y resultó la obra Apreferida@ del público.
Ante esta perturbadora metáfora de la Aperdición@ de la condición humana en el desgarrante pandemónium del Asupermercado@ artificial, en el trágico resplandor del poscapitalismo globalizado y en los hipermiméticos escenarios de la fiesta del Cyborg, estallaba la inminencia de una respuesta efectiva. Se registra entonces un diálogo apasionado, lúcido, respetable y fructífero, entre artista y espectador.
Desde ese hallazgo realmente resistente y notable, el transeúnte, el peatón, el ciudadano Acomún y corriente@ y los sistemas de transporte que reflejan los deslumbrantes matices de la ritualidad cotidiana en la posmetropolis dominicana, se tornan preocupaciones medulares en la producción simbólica reciente de Limber Vilorio.
Así, pasando por una serie de reacciones simbólicas formidables, entre ellas algunas presentadas en su segunda exposición individual, titulada ACaminantes de la Ciudad Herida@(Casa de Bastidas, 2001); AMemoria en Blanco@, Instalación escultorica con 150 neumáticos de yeso(circuito de exposiciones paralelas de la V Bienal del Caribe, 2003); APeatón o Perro Muerto@, Instalacion fotográfica que le valió el Tercer Premio en la XXll Bienal Nacional de Artes Visuales(Museo de Arte Moderno, 2003) y AYeepeta de Carne, Gente de Asfalto@, incitadora pieza escultorica con la cual obtuvo el Segundo Premio de la XXll Bienal Nacional de Artes Visuales(Museo de Arte Moderno, 2003), nos enfrentan ante una de las poéticas de mayor profundidad e implicaciones significativas en el panorama de las artes plásticas y visuales dominicanas de la actualidad.
Entre los meses de abril y junio del 2004, Limber ha presentado en el Museo de Arte Moderno una excelente selección de sus obras recientes. En esta quinta exposición individual titulada ACARROS 0.04@, el joven artista exhibe dibujos, esculturas, instalaciones, fotografías y videos. Una delicada sensibilidad artística, una profunda actitud hacia la reflexión comprometida y una práctica conceptual basada en ejercicios excepcionalmente rigurosos, caracterizan el trabajo de Limber Vilorio a través de cada una de estas manifestaciones.
Entre las obras más impactantes de ACARROS 0.04@ figuraba la fulminante videoinstalación ACabina Movil simulador de manejo en Santo Domingo@, la Instalacion AEl Seximóvil@, así como una serie de esculturas en metal, silicón y poliester que pusieron de manifiesto la creatividad y los niveles de libertad expresiva de Limber Vilorio. Plenas de humor y significados resultaron también ACarro Antihuelga@, ACarro Huelga@, ACarro de tres niveles@, AGoma Espin@, Habitantes del Asfalto@ y una serie de magníficos dibujos sobre papel o trabajos en técnica mixta sobre tela, entre los que vale registrar los titulados AVértigo@, ACarro Infinito@, ALa Muerte del Carro@, ACarro de Sangre@, Carro dolor en la piel@, ACarro de Mierda@ y AEl Peatón no es Gente@.
AConsidero que el automóvil constituye un símbolo capaz de expresar nuestra condición cultural y social en la actualidad. Es un ente dinámico donde confluyen y dialogan muchas variables, desde lo urbano, la condición económica y social hasta lo más íntimo como las relaciones personales y afectivas en una sociedad reprimida que se está abriendo poco a poco hacia una mayor libertad de expresión…(Sexi Móvil@, sostiene Limber Vilorio.
Por su parte, Sara Hermann, Directora del Museo de Arte Moderno, en el texto del católogo de ACARROS 0.04@ advierte que: ALimber localiza una dinámica en lo técnico que proviene también del espíritu y de las sociedades humanas. Propone una interpretación que concede al instrumento de transporte devenido en símbolo su propia materialidad, sus propios límites y resistencias. Una sui generis decodificación que nos permite que pensemos a los carros en sus propias diferenciaciones históricas que obedecen a lo social, lo político, lo religioso, lo sexual et. al…pero sobre todo que los pensemos como versiones cyborgs artesanales representativas de un estado de cosas…Carros llama a una nueva consideración de las implicaciones de los artefactos, las máquinas, pero más cordialmente a una nueva consideración de lo humano vinculado a los ingredientes que conforman la existencia urbana contemporánea.