Hoy 
Con anterioridad, establecí el inicio de los artículos sobre la Limbonomia partiendo de la Tesis Social de Robert K. Merton y luego basándome en el pensamiento social y político de Thomas Hobbes, Jean Jacques Rousseau y John Locke.
La razón fundamental de este basamento teórico lo constituye la necesidad de darle cronicidad y coherencia al estado de Anomia social en que vivimos TODOS los dominicanos.
Nuestra historia republicana podría analizarse bajo la óptica de los postulados de estos intelectuales. Sin embargo, después de haber salido de nuestro Estado de Naturaleza, los gobiernos no han contribuido a la preservación del estado de derecho basado en una representatividad coherente con las necesidades nacionales y un proyecto país.
Por un lado la representación matemática de nuestros legisladores no cumple cabalmente con nuestra demarcación geográfica. Esta a su vez, adolece de una definición real de nuestra distribución geopolítica en términos productivos, culturales y de sinergia social. Este ha sido el principal factor que ha contribuido a la concentración excesiva de poder de nuestros gobernantes. Además, los eventos intervencionistas del 1916 y del 1965/66 otorgaron al Poder Ejecutivo un poder discrecional, a veces bendecido por un populacho desconocedor de sus reales derechos y en un franco camino hacia la Anomia social.
Hoy día, la situación es insostenible y las voces de alerta se circunscriben al clero (católico y no católico), algunas organizaciones de la sociedad civil y a tres legisladores, si no me falla la memoria.
Esta Anomia conducirá a nuestro país a la apatía total por las soluciones políticas y de pronto podríamos encontrarnos frente a un Estado Naturaleza de proporciones y consecuencias impredecibles. El surgimiento del mismo tendría dos vertientes:
1_Como un conglomerado acéfalo controlado por grupos antisociales que sembrarían el caos y la destrucción.
2_Como un movimiento organizado, con un liderazgo visible, donde se reflejen los anhelos populares y de la Clase Media.
El desarrollo de una de estas posibilidades dependerá del nivel de Anomia social que impere en ese momento y la capacidad de organización y liderazgo de las partes actuantes.
