En el año 2000 a cada uno de los 8.4 millones de dominicanos le correspondía una deuda per cápita de US$522. Diez años después la deuda por persona era de US$2,319, En el 2020 se elevó a US$5,441 y para el mes de marzo de 2023 la deuda per cápita se había multiplicado por 13 con respeto al año 2000, llegando a US$6,943 por persona.
La deuda pública consolidada se multiplicó por 16.9 veces en el periodo comprendido entre el 2000 y marzo de 2023 al pasar de US$4,387.7 millones a US$74,364.2 millones. Esta incluye la deuda del Sector Público no Financiero (SPNF) y el Sector Público Financiero (SPF), es decir Banco Central.
Y considerada como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB), el saldo de deuda subió de un 18.2% en el 2000 a un 61.5% en marzo de 2003. El 73.9% de esta corresponde al SPNF (US$54,942.9 millones) y el restante 26.1% (US$19,421.4 millones) al SPF.
En los 23 años transcurridos entre 2000 y 2023 el aumento del saldo de la deuda pública ha sido vertiginoso, destacándose el periodo 2016-2020 y los dos años y medio comprendidos entre septiembre 2020 y marzo 2023 en los cuales se ha contraído 63.0% del total de saldo de la deuda pública de los últimos 23 años.
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Una parte del aumento de la deuda pública (29.2%), podría ser explicada en alguna medida, por la crisis derivada de la pandemia global de la COVID-19 en 2020 y sus secuelas durante 2021 y 2022. Entre 2000 y 2004 el saldo de la deuda pública aumentó a US$6,487.2 millones; de 2004 a 2008 subió en US$5,733.5 millones, De 2008 a 2012 se incrementó en US$10,569.4 millones, Entre 2012 y 2016 el aumento fue de US$9,764.6 millones, De 2016 a 2020 el saldo de deuda subió a un total de US$19,707.8 millones, En tanto que entre 2020 y marzo de 2023 el saldo de la deuda se incrementó en US$17,514.1 millones.
Pero ¿por qué el país tiene este alto endeudamiento? Porque la presión tributaria o las recaudaciones promedio en esos años fueron un 13.1% del PIB. Cuando hay pocos ingresos y muchos gastos ocurren los déficit fiscales y estos se traducen en un crecimiento acelerado del endeudamiento público y a su vez aumentan las necesidades de recursos para su repago y esto termina limitando el espacio fiscal del Gobierno y sus acciones para atender las múltiples prioridades y requerimientos de bienes y servicios públicos a la sociedad en general.
¿Y que implicaciones tiene para el país enfrentar una deuda tan alta?, Pues en el 2000 el servicio de la deuda pública (obligaciones, intereses, comisiones y otros) expresado en pesos dominicanos ascendió a RD$4,236.1 millones, compuesto por RD$1,471.5 millones de intereses y RD$2,764.5 millones de amortización y disminución de pasivos. Representaban un 1.08% del PIB en total.
Para el 2023 en el Presupuesto General se contemplan RD$374,064.3 millones para cumplir con las obligaciones del servicio de la deuda pública, de los que RD$225,621.0 millones corresponden a los intereses y RD$148,443.2 millones están presupuestados para amortización y disminución de pasivos equivalentes a un 5.43% del PIB.
Y si se calcula estas cifras en dólares del 2000 al 2023 los pagos del servicio de la deuda pasaron de US$259.6 millones a US$6,568.3 millones, es decir se han multiplicado por 25.
De acuerdo a datos compartidos por el economista y experto en tributación, Nelson Suárez, en términos del impacto presupuestario, el servicio de la deuda pública representa una pesada carga para el Presupuesto General. En el 2000 los recursos presupuestarios destinados a cubrir los intereses y la amortización de la deuda pública representaban un 8.9% de los ingresos fiscales (tributarios y no tributarios) del Gobierno y para este año 2023 equivalen a un 36.0%. De igual manera los intereses de la deuda como % de los ingresos fiscales pasaron de 3.1% del 2000 a 21.7% en el 2023.
“A partir del 2014 las obligaciones del servicio de la deuda han venido superando los gastos de capital. Es decir, en términos de las decisiones de política presupuestaria el cumplimiento de las obligaciones de la deuda supera los gastos de capital, lo que frente a la imposibilidad de aumento de las recaudaciones tributarias supone serias restricciones a las políticas de gasto social y para el desarrollo”, afirma Suárez.
Para el 2023 el presupuesto para el servicio de la deuda equivale a un 93.9% del total de gastos funcionales destinados por el Gobierno para los servicios públicos de salud y educación. En otra palabras, los presupuestos en conjunto para Salud y Educación suman RD$398,572.5 millones y los recursos destinados al servicio de la deuda ascienden a RD$374,064.3 millones.
Cambios con el nuevo presupuesto
El pasado 31 de julio el gobierno sometió a consideración del Congreso Nacional un Proyecto de Ley que procura modificar el Presupuesto General del Estado para el 2023. En el mismo se propone un aumento de los ingresos y aumentaría el déficit presupuestario en un monto de RD$14,261.7 millones, 0.21% del PIB llevándolo de RD$207,572.6 (3.02% del PIB) en el presupuesto inicial a RD$221,834.4 millones (3.23% del PIB). El resultado primario es la diferencia entre los ingresos y los gastos del Gobierno excluyendo el gasto en el pago de los intereses. Este resultado tiene importancia para fines de valorar la sostenibilidad de la deuda pública. Las operaciones fiscales del Gobierno Central en el primer semestre registran un déficit fiscal de RD$39,580.9 millones, lo que significa que en los restantes seis meses entre julio y diciembre se produciría un déficit de RD$182,253.5 millones.
Recomendaciones de Suárez
Suárez cita la necesidad de reformular toda la estrategia fiscal, la política presupuestaria y las reglas del endeudamiento público y su uso en el país, pues se encuentra en una encrucijada fiscal muy complicada con la espiral de endeudamiento y aumento de las necesidades de recursos para cubrir los intereses y la amortización de la deuda por el Gobierno. Entre sus recomendaciones figuran:
Subir los ingresos
Si bien es cierto que el país no se encuentra en una situación de insostenibilidad fiscal, es evidente que el aumento sistemático del servicio de la deuda en el presupuesto público constituye un serio obstáculo para mantener y aumentar el gasto social, ampliar la inversión pública en infraestructuras necesarias y aumentar el financiamiento de políticas orientadas al desarrollo sostenible. Expresó que es urgente impulsar acciones tendentes a reducir los elevados niveles de exenciones y evasión tributarias (4.5% y 5.9% del PIB respectivamente), los cuales le restarán este año al fisco ingresos por más de RD$716 mil millones.
Poner fin al endeudamiento genérico
Es urgente también establecer reglas estrictas y de cumplimiento efectivo que pongan fin al endeudamiento genérico consistente en la obtención de préstamos y la colocación de títulos valores de deuda para ser utilizados de manera discrecional y sin apego a ningún plan o propósito especifico. Se debe privilegiar un tipo de endeudamiento que contribuya a modernizar y mejorar las capacidades de gestión y desempeño en los sectores fundamentales de la intervención del Estado. (educación, salud, gestión del agua y saneamiento, seguridad ciudadana, producción de alimentos, sistemas tecnológicos, conservación del medio ambiente y recursos naturales, entre otros). Suárez resaltó que es recomendable explorar las opciones de financiamiento de los organismos multilaterales y bilaterales que faciliten créditos con opciones de suspensión de las obligaciones de su servicio frente a situaciones específicas, tales como pandemias, crisis globales, desastres naturales y cualquier otra conmoción que altere la vida normal del país.
Reorganizar y modernizar el aparato estatal
Dijo que es tiempo ya de que se implemente un proceso de reformas con objetivo de reorganizar y modernizar el aparato estatal para hacerlo más eficaz y eficiente eliminando duplicidades institucionales.
Enfrentar el déficit del sector eléctrico y el déficit cuasifiscal
Suárez expuso que finalmente es tiempo ya de que se comience a pensar en una estrategia a de mediano plazo que encare los desafíos de los recurrentes déficits del sector eléctrico y los déficit cuasifiscales que consumen cada año importantes sumas del PGE.
Un servicio de la deuda creciente limita el espacio fiscal
Agregó que todo parece indicar que un servicio de la deuda pública creciente y en aumento, juntamente con una situación de bajos niveles de presión tributaria como el caso de la República Dominicana se convierte en poderosa herramienta de reducción del espacio fiscal y de la implementación de una política presupuestaria orientada a desarrollo y bienestar.