Las mayores limitantes que se han presentado en la inclusión laboral de personas discapacitadas en el país es el reducido número de plazas laborales en relación con la demanda de candidatos. También el bajo nivel educativo (solo el 7% ha completado estudios universitarios) y formación profesional (2.6%), sumado a las barreras del entorno laboral.
Así lo arroja un registro de candidatos del 2013 al 2016 que ingresaron a Formación Laboral de la Asociación Dominicana de Rehabilitación (ADR), entidad pionera en promover la contratación de personas con discapacidad en las empresas del país.
El documento resalta que mientras en países como España se presentan convocatorias para que las universidades accedan a recursos para apoyar la formación para empleo de personas con discapacidad, en el sistema educativo dominicano la educación especial para ese segmento de la población tiene topes, llegando al nivel básico.
Agrega que eso indica la pertinencia de la ADR al continuar con la línea de los Conversatorios con Empresarios y Empleadores, y a la vez, estrechar lazos con el Ministerio de Educación para ir estandarizando y normalizando los parámetros de la educación especial de cara a la inclusión educativa.
En una trayectoria de 46 años, el trabajo realizado por la ADR para la inclusión laboral ha permitido 15,715 candidatos con competencias mejoradas, 341 por año; el 19% (2,981) en los últimos cuatro años; 4,951 usuarios capacitados en oficios técnico-vocacionales, 107 por año; el 22% (1,097) del 2013 al 2016; 2,930 colocaciones en puestos de trabajo e integraciones productivas, 63 por año; el 10% (293) en 2013-2016, y 1,887 usuarios integrados en Talleres Protegidos, actualmente convertidos en Talleres Ocupacionales, para 41 por año; el 14% (271).
Señalar que la expansión de los servicios de formación e inserción, especialmente al interior del país, ha sido posible gracias a los auspicios de proyectos implementados, destacándose el de la USAID, que permitió el comienzo de servicios en San Cristóbal y La Romana.
También del PNUD, que apoyó el desarrollo de estas facilidades en Dajabón, Monte Cristi y Azua. Así como el más reciente proyecto ejecutado con el cofinanciamiento de la embajada británica, a través del cual se extendieron los servicios a El Seibo, Barahona y se fortalecieron en Santo Domingo, Bonao y Dajabón.
Indica que de un total de 293 integraciones laborales y productivas realizadas durante el periodo 2013-2016, un 37.5% (110) correspondió a empleos normalizados en el mercado de trabajo, de las cuales 37 fueron realizadas a través de la red de ADR y 73 candidatos fueron contratados por 50 empresas y talleres de la comunidad, constituyéndose estas en empresas inclusivas al contar con empleados con discapacidad, e implementar las mejoras que han sido necesarias para facilitar la inclusión.