“Si del cielo te caen limones, aprende a hacer limonadas”, es un dicho muy popular. Y aunque el sentido de esta frase es figurado, nada mejor que aprovechar esta fruta para preparar una refrescante limonada cuando el calor azota.
Para prepararla, no se necesita más que limón, agua, azúcar y -en lugares calurosos como en nuestro- hielo.

Es una receta que no requiere cantidades específicas de cada uno de sus ingredientes. La receta de Estados Unidos y Canadá procura llevar los ingredientes en la misma proporción, pero se prepara al gusto de cada quien. Lo que sí es fundamental es ser generosos con el zumo de limón.

Orígenes. Es una de las bebidas más antiguas del mundo. Según el historiador Clifford A. Wrigt, papiros encontrados en El Cairo, Egipto, documentan que desde el siglo X una bebida a base de jugo de limón y azúcar ya era comercializada.

De esta bebida también se derivó otra muy conocida. Se dice que en la España medieval, durante la celebración de la Pascua, la única bebida permitida era el vino tinto rebajado con limonada. Ahí nació la sangría.

Variantes. La receta ha sido adaptada a nuevas preparaciones, agregando otros ingredientes, claro está, sin olvidar el que justamente le da el nombre: el limón.
Las nuevas preparaciones no solo incluyen otras frutas, sino también alcohol.
Un clásico. La limonada frozen es una versión muy popular. Para elaborarla basta con colocar los ingredientes de la limonada en una licuadora bien cargada de hielo y batir.