Limpiabotas son agasajados con fiesta por la Navidad

Limpiabotas son agasajados con fiesta por la Navidad

La Fundación Dominicana de Limpiabotas Amor y Fe, Incorporada, agasajó ayer a más de 100 niños, adolescentes y jóvenes que se ganan el sustento y que son apoyo económico de sus familias con lo que consiguen lustrando zapatos en las calles de las grandes plazas comerciales, en los parques, frente a restaurantes y hasta en las playas.

Esta fiesta, en un pequeño espacio en la calle Emeterio Sánchez, del populoso sector Villa Francisca en el Distrito Nacional, fue con motivo de la Navidad. Con el beneplácito de los vecinos y la ayuda de instituciones caritativas, los boleros de calzados, como se les conoce, disfrutaron de un almuerzo de moro de habichuelas negras, arroz, refrescos, galletas, salchichas enlatadas y helados.

El entorno les fue decorado con globos de colores, para que por un momento se olvidasen de sus precariedades económicas, de las adversidades y del oficio, que algunos ven triste y otros insisten en considerarlo parte de una profesión moderna de la cultura popular.

Mélida Sánchez, con evidentes limitaciones en sus piernas para caminar es la que hace posible en la marquesina de su hogar adolescentes como Juan Pablo Féliz, de 15 años, durante unas cuantas horas sean tratados con afecto, sean servidos y reciban regalos.

Féliz, que estudia el octavo curso, es uno de cuatro hermanos, con un padre que vive del motoconcho, al igual que uno de sus hijos, cuenta que su madre se gana la vida con su trabajo en “casa de familia”, y que él sueña con ser agente policial.

Se gana unos 300 pesos por día. Ajeno a que su oficio de limpiabotas ha inspirado muchas historias y que se hizo popular en la canción «Chattanoogie Shoe Shine Boy», interpretada por los cantantes Bing Crosby y Frank Sinatra.

Sánchez, presidenta de la Junta de Vecinos de Villa Francisca, se queja porque este año no tuvo apoyo económico del Gobierno para la tradicional comida de sus muchachos, desde 1997. Las cada vez más necesidades de los limpiabotas, empiezan por no tener zapatos, ropa y dinero para alimentarse. “Ellos necesitan de todo, pero yo les aporto sus mascotas, lápices. Todos tienen que estudiar”.
De esta fundación salieron cinco policías municipales, un atleta y un miembro del Ejército Nacional.

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