EFE. Reportajes. La limpieza del hogar no sólo es cuestión de buenas costumbres sino también de buena salud, ya que contribuye a erradicar los agentes patógenos del ambiente. El problema surge cuando se pretende llevar la asepsia hogareña hasta límites exagerados. El exceso tanto de higiene como del uso de productos bactericidas en las casas, pueden ser nocivos para la salud, porque nuestros organismos ya no necesitan luchar contra los gérmenes y, en vez de combatir la infección, desarrollan más tendencias alérgicas, según advierte el pediatra Marc McMorris, de la Universidad de Michigan, en Estados Unidos.

“Hemos desarrollado un estilo de vida más limpio y, en algunos casos, la limpieza se ha convertido en una obsesión”, señala el experto, quien recuerda que el sistema de inmunidad humano combate las bacterias, virus y parásitos, pero también reconoce sustancias externas al organismo y elementos causantes de alergias.

El exceso de higiene que forma parte de nuestras vidas podría estar directamente relacionado con el aumento de las alergias, según ha informado el pediatra de la Universidad de Michigan.

Actualmente las tiendas, supermercados y farmacias ofrecen centenares de productos para uso casero que contienen bactericidas, desde jabones para manos, a cepillos de dientes, aerosoles, detergentes y prendas de vestir o de cama.

Son productos muy útiles y necesarios; el problema puede surgir cuando se usan de forma exagerada, descontrolada o excesiva.

Si el exceso de higiene puede resultar nocivo para algunas personas, la suciedad puede cumplir un papel “protector” de la salud.