MADRID. EFE. Cada vez que Leo Messi despliega su enorme talento por las canchas, el sueño de los argentinos de conquistar el tercer título mundial parece acercarse a la realidad.

Como quiera que no es raro que «la pulga» brille, y mucho, la hinchada «albiceleste» prepara tambores y cánticos de ánimo con la vista puesta en el Mundial de Sudáfrica del próximo año. Con Diego Armando Maradona en la tribuna, Messi hizo su última demostración estelar el martes pasado en el Vicente Calderón cuando marcó los tres goles de su equipo, el Barcelona, en el triunfo por 1-3 ante los locales, en los octavos de final de la Copa del Rey.

La demostración del veinteañero futbolista ocupó páginas y páginas de elogios en los medios. Cuando el futuro «rey», como sostiene Maradona, se retiró de la cancha, los aficionados del Atlético corearon su nombre como lo hacen cuando su ídolo, Sergio «Kun» Agüero, exhibe también su categoría futbolística.

Pero el martes el «Kun» se perdió uno de los clásicos del fútbol español y no pudo medirse con Messi ante la mirada de Maradona.

Nadie en Argentina juzga que exista rivalidad entre los dos jóvenes talentos. A Messi se le considera un titular fijo de la selección de Maradona. El «Kun» deberá pelear la plaza con otros delanteros. El liderazgo de «la pulga» hoy por hoy es indiscutible. Los argentinos echan la mirada a lo que supuso el protagonismo de Maradona en el título de 1986 y buscan semejanzas. Si Messi sigue progresando en su juego, el título en la final del 11 de julio en el «Soccer City» de Johannesburgo está cerca.

¿No será demasiada responsabilidad para un jugador que en el Mundial tendrá 23 años y cargará con todo el peso del equipo y de la la exigente historia del fútbol argentino?.

Maradona conquistó el título en 1986 con 25 años de edad. Quiso estar en el de Argentina 1978, con 17 años, pero César Luis Menotti le dio uno de los grandes disgustos de su carrera al no convocarlo. Para colmo, la «albiceleste» ganó su primer título. Disputó el de 1982, con 21, pero Argentina cayó en la segunda ronda, derrotada por Italia y Brasil. En este repaso a casos similares, también se recuerda que Pelé vivió la gloria de su primer título mundial en Suecia 1958 a la edad de 17 años. Brasil venció a la anfitriona por 5-2, dos de ellos anotados por Pelé, el primero una asombrosa combinación de «sombrero» y volea que le abrió la puerta del olimpo futbolístico.

Messi ya debutó en un Mundial, el de Alemania 2006, el 16 de junio, ocho días antes de cumplir 19 años. Fue un debut explosivo. Dio un pase de gol a Hernán Crespo y anotó otro en la victoria por 6-0 sobre Serbia.

Jugó de titular ante Holanda (0-0), con las dos selecciones ya clasificadas, salió en octavos en el minuto 83 ante México y siguió desde el banquillo la eliminación en cuartos por Alemania en la tanda de penaltis.

El entonces seleccionador José Pekerman debió de pensar que tan joven y menuda criatura no podría con los fornidos teutones.

Las extraordinarias jugadas que ha venido haciendo desde entonces el futbolista del Barcelona, sus asombrosos goles y la imposibilidad que tienen casi siempre los defensas rivales de frenar su fulgurante carrera hacia la portería, anticipan que Maradona no tendrá las dudas de Pekerman.

El «Pelusa» viene insistiendo en la necesidad de cuidar al joven talento. Cuidarlo como oro en paño, el oro que esconde la tierra en la que se asienta Johannesburgo, el título dorado que los argentinos esperan ganar el 11 de julio de 2010 con la ayuda de un futbolista tan osado en la cancha como tímido fuera.

Juego histórico.  El partido donde Argentina logró la Copa Mundial de Fútbol en 1986, frente a Alemania 3-2, es “la mano” de Diego Maradona.

Copa Mundial 1978 en Argentina

La XI Copa Mundial de Fútbol se desarrolló en Argentina, entre el 1 y el 25 de junio de 1978. La Copa del Mundo volvía así a Sudamérica por primera vez desde 1962. El torneo fue disputado en 6 estadios, repartidos en las ciudades de Buenos Aires, Rosario, Mar del Plata, Córdoba y Mendoza. La mascota de este mundial fue Gauchito y la pelota oficial sufrió un cambio revolucionario con la aparición de la Adidas® Tango. Esta pelota se convirtió un clásico del diseño que iba a perdurar durante cinco mundiales, y contaba con mayor impermeabilización que los diseños anteriores. El torneo se jugó con el mismo sistema de eliminación que en Alemania Federal 1974: un sistema de grupos en la primera ronda.