Hoy 
Leonora Ramírez s.
l.ramírez@hoy.com.do
No es necesario que el país se apegue a convenciones o tratados internacionales para prohibir la discriminación racial, porque en la Constitución dominicana se señala a la persona humana sin excepción, cuando se establecen criterios sobre los derechos individuales y sociales.
Con ese planteamiento la embajadora Alejandra Liriano, subsecretaria para asuntos de política exterior de la Cancillería de la República Dominicana, defendió la posición del país respecto al esfuerzo que realizan sus autoridades por fortalecer el respeto a los derechos humanos.
Al presidir la delegación que defendió el noveno y décimo segundo informe de la nación sobre la Convención Internacional para la Eliminación de la Discriminación Racial, explicó que en la Constitución se identifican quiénes son los nacionales dominicanos, y que para obtener esa ciudadanía no se aplican criterios racistas.
Durante una actividad realizada en la ONU a finales de febrero de este año, precisó que la misma Convención plantea, en su artículo 1.3, que ninguna de las cláusulas de la misma podrá interpretarse en un sentido que afecte las disposiciones legales de los Estados Partes sobre nacionalidad, ciudadanía o naturalización, siempre que éstas no establezcan discriminación contra ninguna nacionalidad en particular.
Sobre Haití. Liriano enfocó la posición dominicana en el contexto de la migración ilegal haitiana.
En tal sentido, destacó que el país tiene la inquebrantable disposición de fortalecer el respeto a los derechos humanos de todas las personas.
Somos una nación en vías de desarrollo que enfrenta una población migrante ilegal, indocumentada y desorganizada.
Que afecta la aplicación efectiva de las políticas nacionales que implican disponer de recursos de su presupuesto para educación, salud y medio ambiente, para atender a esos inmigrantes, expresó.
