EFE.  Reportajes. Uno de los principales motivos de consulta al urólogo es la litiasis renal,  enfermedad que en más del 70% de los casos se resuelve con la expulsión de las piedras o cálculos, de forma espontánea, a través de la orina. Existen también medicamentos muy eficaces para tratar el problema y la intervención quirúrgica ha quedado como último recurso.

Sin embargo, un millón de personas muere cada año en el mundo como consecuencia de la enfermedad renal crónica, una patología “silenciosa”, que no presenta síntomas en el 90%  de los casos, según el memorando elaborado por los especialistas con motivo del Día Mundial del Riñón, que se celebra cada año el 13 de marzo.

En España, la enfermedad renal crónica afecta a una de cada diez personas y se calcula que el 6% padece insuficiencia renal, con valores de función renal por debajo del 50%, según los datos del documento citado.

Albumina y creatinina

El presidente de la Sociedad Española de Nefrología (SEN), Ángel Luis Martín de Francisco, uno de los especialistas participantes en el memorando  considera “imprescindible prevenir la enfermedad renal crónica mediante pruebas sencillas de cálculo de la función renal, basadas fundamentalmente en la medición de los niveles de albumina en orina o en la detección de la creatinina en sangre”, sobre todo en la población de riesgo: obesos, mayores de 65 años y pacientes afectados de diabetes o hipertensión.

Por lo que se refiere a los cálculos renales, los expertos opinan que se trata de un problema urológico muy doloroso para el paciente, pero que puede resolverse satisfactoriamente si se trata a tiempo y en más del 70% de los casos por la “vía natural”, es decir, expulsando las molestísimas piedras a través de la orina.

Aunque muchos cálculos renales se descubren de forma casual, al realizar exploraciones buscando otras patologías abdominales, lo habitual es que se diagnostiquen al presentar el paciente algún síntoma o signo como el dolor típico de cólico renal, hematuria (sangre en orina) o infecciones recurrentes de orina de repetición, entre otras.

“El método más simple para la detección de los cálculos es la radiografía simple de abdomen, que tiene una sensibilidad de aproximadamente un 60%, y que aumenta hasta el 80 cuando se combina con una ecografía. De todas maneras, la TAC sin contraste, incluso con baja dosis de radiación, se ha descubierto como el método más eficaz para el diagnóstico radiológico de la litiasis, ya que su sensibilidad y especificidad es cercana al cien por cien”, declaró a Efe-reportajes el doctor Juan Antonio Galán Llopis, coordinador nacional del Grupo de Litiasis de la Asociación Española de Urología.

Qué hacer

Cuando no se expulsan espontáneamente las piedras al orinar, hay que recurrir a fármacos específicos o a técnicas quirúrgicas como la litotricia que permite destruir los cálculos con ondas de choque.   Si se tienen en cuenta los grupos de edad –según el urólogo Galán Llopis- se observa que la litiasis es más frecuente en las mujeres a partir de los 50 años.