El frente marino del Malecón de Santo Domingo continúa siendo el vertedero de toneladas de plásticos, palos y otros residuos sólidos que arrastran los ríos Ozama e Isabela, que a su vez los recibe de cañadas que desembocan en esos afluentes.

Ayer una tímida brigada de la Alcaldía del Distrito Nacional (ADN) inició el retiro de plásticos en la playa de Güibia, pero el cabildo ha visto disminuir su personal de manera considerable, debido a que muchos han renunciado para irse al Gobierno central, donde obtendrían mejores remuneraciones.

La brigada, que es la misma que ofrece mantenimiento a Plaza Güibia, no pasaba de diez miembros, por lo que para retirar la cantidad de residuos sólidos de la playa necesita ser reforzada.

Un funcionario del ADN, que no quiso que se publique su identidad, informó que el personal de esa corporación edilicia ha sido diezmado luego que el presidente Luis Abinader asumiera el cargo el 16 de agosto pasado, debido a que muchos abandonaron sus labores para irse al Gobierno central.

Por eso, dijo, se observan algunas áreas abandonadas, sobre todo, en servicios fundamentales como aseo urbano, gestión ambiental, infraestructuras, espacios públicos y hasta lo administrativo.

Además de la playa de Güibia, una gran cantidad de plásticos invadía ayer la playa del Fuerte San Gil, donde inicia la calle Palo Hincado.

Normalmente este punto es limpiado por brigadas del Ministerio de Obras Públicas (MOPC) que en esta ocasión no han aparecido.

Los residuos que llegan al litoral son los mismos lanzados a las cañadas por quienes habitan en su alrededores, desde Pedro Brand hasta Cristo Rey, que descargan en el río Isabela.
Asimismo, todos los sectores ubicados en la Circunscripción Tres, desde La Zurza hasta La Ciénaga, que descargan además del Isabela, en el Ozama.