Lituania intentará lograr la proeza cuatro años después

Lituania intentará lograr la proeza cuatro años después

Barcelona. Cuatro años después de verse las caras en el Mundial de Turquía, Estados Unidos y Lituania se enfrentan de nuevo por una plaza en la final de la máxima competición que se disputa por países, la rebautizada como Copa del Mundo de la FIBA.

El escenario ha cambio de Estambul a Barcelona y también son muchas las caras nuevas en ambos equipos, especialmente en el estadounidense, que ha perdido talento, pero mantiene intacto el instinto competitivo que le convierte en indiscutible favorito.

De aquel triunfo por 89-74 de 2010 solo quedan Rose, Guy y Curry y ya no hay rastro de los Durant, Odom o Westbrook. Lituania también ha remodelado medio equipo, aunque repiten como semifinalistas Seibutis, Maciulis, Pocius, Jankunas y Jasaitis.

Pese a que la referencia es aquel duelo en tierras turcas, existe un precedente más reciente entre ambos- un encuentro de la fase de grupos de los Juegos Olímpicos de Londres 2012 en el que los lituanos estuvieron a un paso de lograr la proeza (94-99). Mañana, en el Palau Sant Jordi lo intentarán de nuevo tras eliminar a Turquía (73-61) merced a su acierto en el tiro exterior y su mayor profundidad de banquillo.

Es precisamente el tiro exterior, donde jugadores como Pocius, Seibutis (autor de 19 puntos en el partido de cuartos) o el propio Darjus Lavrinovic pueden hacer daño, la principal arma del equipo de Jonas Kazlauskas, el segundo mejor en porcentaje de triples (40%) por detrás de Australia.

Sin embargo, el arma de los 6,75 no se antoja suficiente para Lituania, pues también necesitará de la versatilidad de Motiejunas y del mejor Valanciunas para pegarse en la zona con dos de los mejores pívots del campeonato, como Davis o Faried, si desea tener alguna opción de dar la sorpresa.

Estados Unidos demostró ayer que va a más en esta competición y que ha llegado pletórico al momento de la verdad, aunque durante este Mundial haya destacado más por su excelente defensa que por su brillantez ofensiva, algo difícil de explicar si solo se hace caso a la estadística que dice que es, de largo, el mejor ataque del torneo con 102,3 puntos anotado de media.

Pero lo cierto es que las exhibiciones estadounidenses han venido casi siempre acompañadas de unos minutos de defensa asfixiante que le han permitido correr al contraataque y procurarse varias acciones a campo abierto para poner tierra de por medio con el rival de turno. Porque el conjunto que dirige Mike Krzyzewski está siendo, más que en cualquier otro torneo, un equipo donde el grupo destaca muy por encima de las individualidades.

Si en octavos, ante México, fue Stephen Curry el brazo ejecutor, ayer los chicos de la NBA destrozaron a Eslovenia (76-119) de la mano de Klay Thompson (20 puntos), con un 47% en triples, confirmando una vez más que su repertorio de exteriores es tan amplio que en cada partido destaca un jugador diferente.

Hasta Derrick Rose, inmerso durante este campeonato en su particular pretemporada tras casi dos años machacado por las lesiones, se unió ayer a la fiesta con 12 puntos y 5 asistencias.

Así pues, el partido de mañana parece que llega en el momento ideal para el combinado norteamericano, aunque no podrá confiarse porque, si algo tiene Lituania es que juega sin complejos cada vez que se enfrenta a los cracks de la NBA.

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