Livio Nolasco tampoco pudo ganar un título mundial

Livio Nolasco tampoco pudo ganar un título mundial

POR CARLOS NINA GóMEZ
Livio Nolasco es otro de los púgiles dominicanos que se inscribe en la larga lista de aspirantes frustrados a conquistar coronas mundiales.

Sí, porque el boxeo de paga del país ha visto desfilar, por cuadriláteros internacionales, a más de una veintena de peleadores quisqueyanos buscando el camino del éxito cuando de ganar títulos del mundo se trata.

Livio Nolasco, hermano del fenecido Pedro Julio Nolasco, quien también falló en su intento de capturar un cinturón mundialista, en la década de los 70 -sin duda la mejor década del boxeo quisqueyano-, paseó por los ensogados locales su buen boxeo.

Livio se caracterizaba por trabajar con un boxeo de alta calidad…y a la mayoría de sus rivales en el país los humilló con su elegancia.

Cuando se consulta a veteranos periodistas, que vieron boxear a Livio, se emite una opinión postiva. “Fue un gran peleador, con buena técnica, capacidad en su boxeo lateral, excelentes en la pelea cuerpo a cuerpo y siempre subía al ring en excelentes condiciones físicas.

Tenía, asimismo, disciplina…nunca se le violó incorrecto (en su actitud en el gimnasio) lo que nunca lo presentaba negativo en sus combates.

Como otros estelares gladiadores quisqueyanos de aquellos tiempos -inicios y mediados de los 70s-, el nativo de La Romana despertaba, cuano subía al cuadrilátero del Palacio de los Deportes de Santo Domingo, un inucitado interés de los fanáticos.

DUROS RIVALES

Cuando se hace una ojeada rotrospectiva, en el Mirador que corresponde a la historia del boxeo profesional de República Dominicana, los expertos no olvidan los titánicos combates en los que accionó Livio Nolasco.

Este joven, capaz, disciplinado y eficiente en todos los aspectos del boxeo, enfrentó a rivales en los que tuvo que batallar duro.

Y se citan, entre sus contendores, a NelsonCruz Tamariz y Leonardo “Leo” Cruz…como se sabe, Leo Cruz, siempre valiente, corajudo e intespectivo, frenó los ímpetus de Nolasco.

A Cruz Tamariz, quien dio duras batallas con todos sus enemigos subidos en el cuadrilátero, no pudo, sin embargo, frenar al peleador romanense.

Aunque batallaron en 12 violentos asaltos, Nolasco salió por la puerta del éxito en su memorable pelea con el valiente Cruz Tamariz y, de paso, conquistó el campeonato nacional del peso súper gallo.

Asimismo, se resalta el trabajo -en función de promotaje- de José Tamariz Cerda y Pedro Julio Evangelista, quienes fueron los principales promotores de aquella positiva década (del 70) para el boxeo pagado del país.

Ellos, según apreciación de miembros de la prensa de esos tiempos, hicieron historia al organizar aquellos atractivos combates…Tamariz Cerda, se recuerda, hizo sociedad en el promotaje con el veterano locutor Tito Campusano junto a quien organizó carteleras que llenaron la Media Naranja del Centro Olímpico Juan Pablo Duarte.

Especialistas, para también recordar a Pedro Julio Evangelista quien montó en el mismo Palacio de los Deportes, en julio de 1974, una de las peleas más importantes de la época: La que por la faja nacional mosca (112 libras) protagonizaron Pablito Jiménez e Ignacio Espinal. Espinal ganó por decisión unánime en 12 asaltos.

A SANGRE Y FUEGO

Livio Nolasco y Leo Cruz se fueron a los “palos”, como se dice en el lenguaje boxístico, en la pelea que realizaron por el cetro nacional súper gallo.

Ninguno de los dos dio tregua…fueron 12 rounds bien peleados. En el décimo, según la narración de veteranos cronistas encabezados por Félix Acosta Núñez, Nolasco estaba “tinto en sangre” tras fuertes puños despachados por Leo Cruz.

Aquella demostración ofrecida por Leo Cruz fue especie de la “antesala” a su futura ganancia del título mundial súper gallo. Como se escribió en una de las primeras entregas de esta serie de reportajes, Leo Cruz -el 12 de junio de 1982, en Miami- se cubrió de gloria al conquistar el fajín mundial de las 122 libras al vencer en 15 rounds al argentino SergioVíctor Palma.

Con esa conquista emuló a su hermano, Carlos “Teo” Cruz, quien fue el primer quisqueyano en ganar una corona mundial cuando venció, el 29 de junio de 1968, al boricua Carlos Ortiz a quien le arrebató la corna del peso ligero.

Livio, pese a su fracaso ante el futuro monarca mundial, también preparaba el terreno para ir, unos dos años después, a la “caza” de un cetro mundialista.

La realidad es, de acuerdo con el testimonio de fanáticos que vieron aquel combate Leo-Livio, que “fue una riña a sangre y fuego” y que satisfizo a las enardecientes masas boxísticas.

ANTE EL PANAMEÑO RIASCO

La noche del 12 de junio de 1976, en el Ciudad Panamá (Panamá), Livio Nolasco fue en busca del campeonato pluma (126 libras) avalado por la Asociación Mundial de Boxeo (AMB).

Iba a tener de frente al panameño Riboberto Riasco quien estaba calificado como uno de los más capacitados púgiles de su país.

Además era el tiempo de Panamá, país que tenía como singular símbolo a Roberto -Mano de Piedra- Durán, considerado el más grande boxeador hispano de todos los tiempos.

Nolasco, siempre con su fino boxeo, subió al ring lleno de optimismo, pero estaba consciente que enfrentaría a un firme monarca…y que tenía el beneficio de su patria.

Pero aquel 12 de junio no se pareció, ni en la sombra, al 12 de junio de 1982 (fecha en que Leo Cruz atrapó la corona mundial súper gallo, en Miami, cuando venció a Sergio Víctor Palma) porque Nolasco no trabajó con la eficiencia que le caracterizaba.

Rigoberto Riasco fue muy superior…en el décimo asalto terminó las con las esperanzas de Nolasco quien cayó por nocaut técnico.

Tras aquel fracaso, Nolasco comenzó a dar “tumbos”… y como otros de sus paisanos_ terminó su carrera sin anexarse una corona mundial.

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