Liz Fernández es una niña que a pesar de sus limitaciones, no se detiene en el deporte. Así lo demostró en los Juegos Mundiales de Verano de Olimpíadas Especiales, celebradas en Grecia, donde se coronó campeona mundial de nación, al ganar la medalla de oro.
Liz, una niña con símdrome de down, realizó un gran esfuerzo en las competencias de nación en los 25 metros, para vencer competidores de más de 185 naciones, donde participaron 7,500 atletas, en 2 disciplinas. Una vez más, queda demostrado que el deporte no tiene edad, color, religión, ni mucho menos limitación, pues cada uno puede desarrollarse en su modalidad y categoría.
Liz entró por la puerta grande del deporte mundial, pues es la primera vez que participa en un evento internacional, y logra ganar la medalla de oro en los 25 metros. En sus actividades en el país ha conquistado preseas de oro en natación y en atletismo. Emocionada en su visita a la redacción de Hoy dijo esta medalla es para Héctor y Katy, que lo recordé mucho en el torneo. Con sus limitaciones en hablar, irradia amor, con una sonrisa siempre en los labios y un cariño y amor para los demás.
La destacada atleta de Olímpiadas Especiales realiza sus entrenamientos cada día de cinco de la tarde a siete de la noche, en la piscina del Club Los Prados.
Antes participaban en los entrenamientos en el Centro Olímpico Juan Pablo Duarte, pero la instalación se encuentra en reparación.
La República Dominicana tuvo una gran participación, durante la celebración en los Juegos Mundiales de Verano de Olimpiadas Especiales, evento celebrado en Grecia, con la participación de 7,500 atletas, representando a 185 naciones.
Los dominicanos ganaron tres medallas de oro, dos de plata y una de bronce, donde la mejor actuación la logró Alejandro Batlle, quien ganó la primera de oro en las competencias de golf, además, fue el mejor jugador latino en este evento que reunió a competidores con discapacidad, pero ellos no se dejan dominar por su situación, sino que demuestran al mundo que ellos pueden competir con alto grado. La segunda medalla fue lograda por el equipo de softbol, donde se destacaron Juan Cortorreal y Carlos Romero. La destacada nadadora Liz Fernández conquistó la medalla de oro en las competencias de natación en los 25 metros. La delegación dominicana estuvo integrada por 29 atletas, en varios deportes .
La alegría arropa a la familia Fernández.
Tienen su motivo: la niña Liz Fernández ganó el oro en los Juegos Mundiales de Olimpíadas Especiales.
La señora Johanna Rosario, madre de Liz, manifestó que su casa es todo alegría, pues la niña es el centro del hogar, donde comparte con su hermanita menor Frangeli.
Nosotros nos sentimos muy orgullosos de tener a Liz, quien sufre del síndrome de down, es el centro de la casa, manifestó.
Indicó que para el viaje necesitaban fondos, y lograron para el pasaje y los hoteles en Grecia. La señora Rosario agradeció el apoyo que recibió del periodista Leo Corporán.
Sentimos una gran emoción al nuestra hija ganar la medalla de oro en los Juegos Mundiales en Grecia. Dijo, además, que su hija está en actividades deportivas en Olimpíadas Especiales desde los cinco años, donde se ha destacado en la natación y el atletismo.
Indicó que las madres juegan un papel importante en las actividades deportivas, pues los niños necesitan el calor de los tutores. Expresó que disfruta ver a su niña junto a las demás compañeras en las actividades deportivas.
Se compitió en 22 disciplinas deportivas, de las cuales los dominicanos participaron en atletismo, natación, softbol, baloncesto, golf y tenis de campo.
Los Juegos Mundiales de Olimpiadas Especiales constituyen un evento significativo de un movimiento que fue fundado en 1968 por Eunice Kennedy Shriver, quien logró realizar su sueño al fundar la organización más grande del mundo que apoya a personas con discapacidad intelectual.
El emblema de los Juegos Mundiales de Verano Atenas 2011 fue un sol radiante, fuente de vida, excelencia y poder de los atletas que participaron de los juegos; la excelencia es representada por la rama de olivo y el poder por el espiral en el centro del sol; los colores reflejan el paisaje griego y proyectan emociones como la pasión por la vida (rojo cálido), el optimismo (naranja), la determinación (azul), la libertad (celeste) y la esperanza (verde).