JERUSALEN (AP).- El primer ministro Ariel Sharon amenazó el domingo con frenar las iniciativas de paz si los palestinos no reprimen a sus grupos de milicianos armados, tras un atentado suicida frente a un club nocturno en Tel Aviv.

   En una reunión de gabinete, Israel resolvió suspender un plan de entregar el control de cinco poblaciones de Cisjordania a los palestinos y liberar a otros 400 prisioneros. Esas iniciativas habían sido acordadas en una cumbre realizada el 8 de febrero en Egipto, donde Sharon y el líder palestino Mahmoud Abbas declararon una tregua.

   El ataque del viernes, en que murieron cuatro personas, rompió dos semanas de relativa tranquilidad y deterioró las relaciones entre israelíes y palestinos tras la elección Abbas el mes pasado.

   Junto con las medidas israelíes dejó al descubierto la fragilidad de la tregua y la vulnerabilidad del estado judío a ser blanco de atentados alentados por extremistas.

   Parecía estar resurgiendo un patrón ya conocido: una tregua, un ataque palestino, medidas de represalia israelíes, otro ataque palestino, y finalmente el colapso de la tregua y el resurgimiento de la violencia.

   Sharon dijo que Siria había participado en el ataque suicida del club nocturno de Tel Aviv. Las autoridades sirias rechazaron esas imputaciones.

   Al comienzo de la reunión semanal de gabinete, Sharon manifestó que la Yihad Islámica realizó el ataque bajo las órdenes de sus líderes en Siria.

   «Estamos seguros de eso»», señaló, pero también responsabilizó a la Autoridad Palestina.

   «No habrá progresos políticos, repito, no habrá progresos políticos»», indicó Sharon, «a menos que los palestinos realicen una campaña decidida para desmantelar a los grupos terroristas y destruir su infraestructura en su territorio»».

   «Israel tendrá que incrementar sus actividades militares que tienen como fin proteger a los ciudadanos de Israel»», sostuvo.

   El ministro de Defensa Shaul Mofaz responsabilizó indirectamente a Siria. «Podemos decir con seguridad que el ataque fue ordenado por la oficina de la Yihad Islámica de Damasco, que está respaldada por Siria»», expresó a la prensa. Un importante funcionario militar que habló a condición de mantener su nombre en el anonimato, dijo que Israel no responderá con otro ataque. El titular del servicio de seguridad Shin Bet, Avi Dichter, manifestó que la política israelí consiste ahora en presionar a Abbas para que controle a los grupos violentos.

   Abbas ha rechazado previas exigencias de Israel de reprimir a los grupos armados, indicando que prefiere usar la persuasión para poner fin a los ataques de los militantes. El líder palestino ha advertido que una acción violenta contra las milicias desencadenaría una guerra civil.

   Sharon le manifestó a la secretaria de Estado norteamericana Condoleezza Rice que si Abbas sigue insistiendo en controlar a los milicianos a través de la persuasión, «el terrorismo continuará … e Israel no puede aceptar eso»», de acuerdo con un comunicado difundido por la oficina del primer ministro.

   El funcionario israelí manifestó que el plan de paz avalado por la comunidad internacional no podrá ser implementado a menos que se den «pasos firmes contra el terrorismo»».

   El primer ministro palestino Ahmed Qureia dijo que los palestinos desean continuar el camino iniciado a comienzos de este mes en una cumbre regional en el centro turístico egipcio de Sharm el-Sheij, donde ambas partes declararon el cese de la violencia.

   «Si Israel desea cortar los contactos con los palestinos será por su propia decisión y no vamos a llorar»», dijo Qureia a periodistas. Pero «existe una oportunidad que comenzó en Sharm el-Sheij, y deseamos desarrollar ese esfuerzo»».