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MONTEVIDEO (EFE).- El presidente de Argentina, Néstor Kirchner, convocó ayer «a los pueblos de América Latina» a hablar «con ideas y dignidad» frente a los «poderosos» del mundo, en la búsqueda de desarrollo y mejores condiciones de vida para sus países.
Durante «mucho tiempo» los países de la región estuvieron atrapados «por el doble discurso», aseguró Kirchner, tras recibir la llave de Montevideo de manos del intendente (alcalde) de la capital uruguaya, Mariano Arana.
En las pasadas décadas lo que se debía hacer en América Latina llegó ordenado «desde los centros de poder», y esas políticas «llevaron a la exclusión social, impunidad y pobreza», aseguró el mandatario argentino.
Sin embargo, matizó, los países latinoamericanos deben hacer una amplia autocrítica, porque durante muchos casos bajaron los brazos «frente a lo que nos llegó impuesto», aseguró Kirchner, en presencia de los presidentes de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y de Bolivia, Carlos Mesa, que también recibieron la llave de Montevideo en la misma ceremonia.
Los tres mandatarios, junto a los presidentes de Paraguay, Nicanor Duarte; de Chile, Ricardo Lagos; y de Uruguay, Jorge Batlle, participaron hoy en la cumbre del Mercosur,
Duarte llegó hasta la Intendencia de Montevideo para saludar a Arana, pero no pudo quedarse a la ceremonia de recepción de la llave, que comenzó con retraso, por problemas de agenda.
Los pueblos de América Latina «más allá del Mercosur» deben dialogar «con ideas y con dignidad» con Estados Unidos y con la Unión Europea para «buscar el desarrollo y mejores condiciones de vida para los países y ciudades», agregó Kirchner.
En la ceremonia también estuvieron presentes los intendentes, alcaldes y perfectos de varias de las 120 ciudades de los seis países que integran la red de Mercociudades.
Las integración «debe ser una herramientas cada vez más útil» para la lucha por las igualdad, el fin de la exclusión social, «el fortalecimiento» de la justicia y la «erradicacicón de la impunidad», afirmó el presidente argentino.
Al finalizar la ceremonia, Kircher y Lula se asomaron al balcón de la Intendencia de Montevideo, en el centro de la capital uruguaya, para saludar a unos 500 simpatizantes de la coalición de izquierda Frente Amplio, que se congregaron en el lugar.
El Frente Amplio, fundado en 1971, gobierna Montevideo desde 1990 y si las elecciones presidenciales en Uruguay fueran hoy en lugar de a finales de 2004 accedería por primera vez al Gobierno nacional sin necesidad de segunda vuelta, según las encuestas.
