WASHINGTON (AFP).- La secretaria de Estado norteamericana Condoleezza Rice llamó ayer a la comunidad internacional a crear un frente unido contra el presidente venezolano Hugo Chávez, al que presentó como un desafío para la democracia y un peligro para la región por sus relaciones con Fidel Castro.
La comunidad internacional tiene que ser mucho más activa en su apoyo y defensa del pueblo venezolano, afirmó la jefa de la diplomacia estadounidense en una audiencia ante el Comité de Relaciones Internacionales de la Cámara de Representantes.
Estamos hablando con otros para intentar y asegurarnos que haya una especie de frente unido frente a algunas de las cosas en las que está implicada Venezuela, añadió Rice, que no dudó en presentar al Gobierno de Chávez como una desafío para la democracia en el Hemisferio Occidental.
La diplomática norteamericana, cuyo país mantienen deterioradas relaciones con Caracas, reveló haber hablado por teléfono en los últimos días con los ministros de Relaciones Exteriores de España, Brasil y Austria para decirles que tienen que prestarle realmente atención a lo que está ocurriendo en el país andino.
Uno de los problemas que enfrentamos es (…) la relación entre Cuba y Venezuela, afirmó Rice, mencionando explícitamente los estrechos lazos que mantiene Chávez con la isla bajo embargo estadounidense desde hace más de 40 años.
Pienso que constituye un peligro particular para la región, aseguró Rice, quien también salió en defensa de los responsables de la ONG opositora Súmate procesados por conspiración, aunque no aludió a la reciente decisión de una corte de apelaciones de Caracas de ordenar el reinicio del juicio contra cuatro de sus directivos por vicios registrados durante su celebración.
El falso juicio contra Súmate es una desgracia, aseguró la secretaria de Estado que se había reunido en junio pasado con María Corina Machado, líder de la ONG opositora, en paralelo a la Asamblea General de la OEA de Fort Lauderdale (Florida, sureste).
Frente a la situación en Venezuela, Rice dijo que la política de Estados Unidos tenía que consistir en presentar la dimensión (…) de lo que está ocurriendo en el país a las naciones vecinas y la comunidad internacional.
Con estas declaraciones, Rice rompió con el tono moderado que habían caracterizado sus declaraciones sobre Venezuela desde su llegada al frente del Departamento de Estado hace un año.
En su audiencia de confirmación en enero de 2005, la diplomática había presentado al Gobierno de Chávez como la fuerza negativa de la región, pero después se limitó a exigir que los gobiernos elegidos democráticamente, gobiernen democráticamente.
Antes de las declaraciones de Rice, el secretario de Defensa Donald Rumsfeld ya había salido al frente cuando comparó hace dos semana a Chávez con Adolf Hitler, por haber llegado ambos al poder democráticamente.
Ese mismo día, Venezuela anunció la expulsión del agregado naval de la embajada de Estados Unidos en Caracas bajo cargos de espionaje.
Un día después, el Departamento de Estado anunció que tomaba una medida similar contra la jefa de gabinete del embajador venezolano en Washington.