Roma (EFE).- El papa Benedicto XVI pidió ayer desde la localidad alpina italiana de Les Combes, en el Valle de Aosta, que «todos cesen con la violencia» en Oriente Medio. «Recemos y esperemos que el Señor ayude, especialmente que todos cesen la violencia», comentó el Pontífice a los periodistas que le siguen en estos días de descanso en el Valle de Aosta, al noroeste de Italia.

El Pontífice recordó que hoy la Santa Sede ya ha emitido declaraciones al respecto, en referencia a las formuladas por el secretario de Estado vaticano, el cardenal Angelo Sodano, que «deploró» el ataque israelí al Líbano.

Sodano subrayó que «el derecho a la defensa de parte de un estado no exime del respeto a las normas del derecho internacional» y dijo que teme que la situación en Oriente Medio «degenere en un conflicto de repercusiones internacionales».

«Las noticias que llegan de Oriente Medio son muy preocupantes. El papa Benedicto XVI y todos sus colaboradores siguen con gran atención los últimos dramáticos episodios que corren el riesgo de degenerar en un conflicto con repercusiones internacionales», afirmó Sodano.

Sodano agregó que «como en el pasado», la Santa Sede condena «tanto los ataques terroristas de uno como las represalias militares de los otros».

Además, insistió en que «el derecho a la defensa de parte de un estado», en velada alusión a Israel, «no exime del respeto a las normas del derecho internacional, sobre todo en lo que concierne a la salvaguardia de las poblaciones civiles».

La Santa Sede, dijo Sodano, «deplora ahora» el ataque al Líbano «una nación libre y soberana» y expresa «su cercanía» a aquellas poblaciones, «que han sufrido ya tanto en la defensa de su propia independencia».

«Una vez más es evidente que el único camino digno de nuestra civilización es el del diálogo sincero entre las partes en causa», afirmó el cardenal.