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CARACAS (AFP).- El grupo opositor radical Bloque Democrático urgió este jueves a la «desobediencia» civil y militar para instaurar una «junta cívico-militar» que sustituya al presidente Hugo Chávez y advirtió que de lo contrario el movimiento inconforme caerá «en el abismo».
«Una desobediencia del mundo ciudadano para provocar la desobediencia militar es lo que hay que hacer», dijo en rueda de prensa Alfredo García Deffendini, coordinador del grupo.
Luego se debe instaurar una «junta cívico-militar con participación de las cuatro fuerzas» que dure «al menos dos años (…) aunque el mundo no lo entienda», urgió el opositor, crítico del actual liderazgo opositor en manos de la alianza Coordinadora Democrática (CD).
El grupo señaló que la decisión del Consejo Electoral de pasar a observación más de un millón de firmas solicitantes del referendo a Chávez justifica el rechazo del bloque radical al acuerdo de mayo del 2003, que ratificó el referendo como la vía para solucionar la crisis política.
Por seguir ese camino del referendo «hoy estamos a centímetros del precipicio, un paso en falso nuevamente de esa comunidad internacional y de la oposición y se va a caer en el abismo», afirmó.
Para el Bloque Democrático, Chávez gobierna en una «dictadura constitucional» que cobija todas sus actuaciones con un manto de legalidad.
Insistió en que los líderes de la CD se equivocan «por querer ser demasiado democráticos» y aseguran van a llevar al país «al suicidio colectivo».
El Bloque llamó a la sociedad civil a salir «al unísono a la calle lo más cercano posible a sus respectivas viviendas (guarimbas) y de una manera decidida y radical, obstruir ese espacio físico vial con cualquier objeto».
Aseguran que al generalizarse la desobediencia civil «sería virtualmente imposible de controlar» y «el estamento militar tomaría necesariamente la decisión de una inmediata solución, tal como sucedió a las pocas horas de la masacre de (el 11 de) abril del 2002».
En esa fecha, una multitudinaria marcha opositora fue desviada del este al centro de Caracas, produciéndose un tiroteo con saldo de varios muertos, que prologó el golpe de estado que separó por dos días del poder a Chávez.
El grupo radical, que se reivindica como fundador de la alianza de adversarios de Chávez Coordinadora Democrática (CD), se alejó de ésta tras el golpe de abril.
Asegura ser la «tercera fuerza» del país después de los partidarios del mandatario y la CD.
Con la decisión del CNE de poner bajo la lupa más de un millón de firmas «Chávez avanzó 100 pasos», dijo Deffendini.
Aseguró que la estrategia del mandatario es estirar lo más posible la verificación de firmas hasta que llegue el 19 de agosto del 2004, fecha a partir de la cual -si un referendo lo saca del poder- sería el vicepresidente quien lo sustituiría hasta el final de su mandato en el 2006.
«Es tan utópica esta salida electoral y el mundo ha sido co-responsable en esto», se quejó antes de criticar con dureza a organizaciones internacionales.
«Cada vez que la OEA y el Centro Carter vienen, fortalecen a Chávez», sentenció, y deploró que «una comunidad internacional hasta cierto punto cobarde» presionó a los opositores «hasta convertirlos en miopes y torpes» políticamente.
El Bloque Democrático difunde sus ideas en asambleas comunitarias donde dicen tener 70% de receptividad y a través de la internet en una red de contacto directo con, aseguran, 700.000 personas.
«El pueblo tiene que ejercer la legítima defensa (…); si nos pegan hay que devolver el golpe con la misma contundencia (…): nos vamos a fotografiar con las fuerzas armadas en lo que ellos tengan que hacer por el bien de la república. Si van presos nosotros vamos con ellos», dijo.
