A medida que comienza un nuevo año, se presenta una oportunidad única para renovar el enfoque regional y trabajar por la integración de más latinoamericanos en la economía financiera formal. La historia de la inclusión financiera en América Latina ha sido notable, aunque con avances tan diversos como su geografía.
En países como Brasil y Chile, se ha logrado una integración significativa de sus poblaciones al sistema financiero. Brasil, con un 94% de penetración de pagos digitales en el Consumo Económico Privado (PCE), está en vías de convertirse en la primera economía mundial en alcanzar una escala notable en pagos digitales. Chile, con un 63% de penetración, está a la par de países avanzados como Estados Unidos (63%) y Reino Unido (62%). Sin embargo, la realidad contrasta en otras naciones como México (25%), Perú (25%) y Colombia (17%), donde una gran parte de la población sigue dependiendo del efectivo.
Preparando el camino para la prosperidad
La digitalización de pagos trae beneficios tangibles para consumidores, PYMES y gobiernos. En este contexto, Andrea Scerch, presidente de América Latina y el Caribe de Mastercard, visualiza una gran oportunidad de colaboración entre el sector público y privado para reducir el uso del efectivo y fomentar la inclusión financiera mediante las siguientes iniciativas clave:
- Proporcionar acceso a pagos digitales: Asegurar que las personas tengan acceso a cuentas bancarias y métodos de pago como tarjetas de débito y billeteras digitales es esencial. Durante la pandemia, subsidios gubernamentales digitales ayudaron a muchas personas a acceder por primera vez a productos financieros. Por ejemplo, en República Dominicana, el programa Bono Navideño de Banreservas transformó la distribución de asistencia, pasando de canastas de alimentos a bonos digitales. Asimismo, fintechs como Nubank han desempeñado un papel clave, alcanzando 100 millones de clientes en 2022.
- Impulsar la aceptación de pagos digitales: No basta con ofrecer acceso; es vital garantizar que todos los comercios, grandes y pequeños, acepten pagos digitales. Brasil lidera en este aspecto, con el mayor número de puntos de aceptación por cada 1,000 habitantes, mientras que en países como México y Colombia esta cifra es mucho menor.
- Mejorar las experiencias del consumidor: Interfaces simples e intuitivas, combinadas con un soporte confiable, fomentan la confianza pública en las plataformas digitales. Las fintechs latinoamericanas han establecido estándares ejemplares que inspiran a actores globales.
- Fortalecer la seguridad y la confianza: Para muchos consumidores, especialmente los mayores, la seguridad es un factor crucial al elegir métodos de pago. El 83% de los latinoamericanos consideran las medidas de seguridad como la prioridad. La inversión en ciberseguridad, incluidas soluciones basadas en inteligencia artificial, y la educación del consumidor son esenciales para prevenir fraudes y fomentar la adopción.