Brasilia. EFE. Suramérica necesita adoptar medidas preventivas para evitar que la crisis financiera internacional provoque un aumento de la pobreza en la región, según algunos de los ministros que participaron ayer en Brasilia de la reunión del Consejo Mercado Común (CMC) del Mercosur ampliado.

Entre los países que manifestaron tal preocupación figura Chile, cuyo canciller, Alejandro Foxley, propuso que los mecanismos financieros regionales como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Corporación Andina de Fomento (CAF) aumenten los recursos para proyectos de combate a la pobreza.

El ministro venezolano de Hacienda, Alí Rodríguez, por su parte, aseguró que la crisis financiera es un “crimen contra la humanidad”, debido a que provocará un aumento de la pobreza y el hambre.

Rodríguez aseguró que su país ha propuesto una reunión urgente de la ONU para que analice la crisis y le imponga una sanción rigurosa a los “especuladores” que se apropiaron de los recursos de los depositantes y provocaron los problemas financieros globales.

“Esto es un crimen contra la humanidad porque la crisis se pagará con un aumento de la pobreza, lo que ya fue constatado por la FAO (Organización de la ONU para la Agricultura y la Alimentación), según la cual ya son 800 millones de personas en el mundo las que padecen hambre”, dijo.

El asunto fue debatido en la reunión que tuvieron hoy en Brasilia los ministros de Economía y Exteriores y los presidentes de los Bancos Centrales de los países miembros del Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, éste último en proceso de adhesión) y de los países asociados (Bolivia, Colombia, Chile, Ecuador y Perú) para analizar la crisis financiera y estudiar medidas coordinadas para combatirla. Según Foxley, pese a que la atención está concentrada actualmente en la crisis de liquidez, Suramérica tiene que anticiparse y adoptar medidas para prevenir la crisis social que se avecina.