CARACAS (AFP).- El Bloque Democrático, que agrupa a opositores radicales venezolanos, advirtió este miércoles que llamará a la «desobediencia civil activa», si el presidente Hugo Chávez comete un fraude «masivo» en el referendo revocatorio contra su mandato del 15 de agosto.

«Llamaremos a una desobediencia civil activa, de civiles y militares, como contempla la Constitución, si este gobierno pretende realizar un fraude monumental ante los observadores internacionales», dijo a la AFP su principal directivo, Alfredo García.

El directivo negó toda vinculación del Bloque Democrático al decomiso -el viernes- de más de dos toneladas de explosivos de alta potencia por las autoridades y el robo de 67 kilogramos de explosivos del tipo C-4 en un depósito de la Armada la semana pasada.

El gobierno sostiene que estos decomisos estarían vinculados con la realización de «actos desestabilizadores» que cometerían grupos radicales de oposición días antes de la consulta.

García aseguró que el gobierno utiliza estos casos como una «parodia» para acusar la próxima semana a miembros de la coalición opositora Coordinadora Democrática (CD), militares disidentes, a organizaciones civiles antichavistas e, incluso, a jerarcas de la iglesia católica contrarios a Chávez.

Sostuvo que el fraude oficialista se plasmaría con la reubicación a última hora de más de 1,3 millones de votantes inscritos en el Registro Electoral Permanente (REP) y con la utilización de las máquinas «cazahuellas», que la autoridad comicial montó para impedir un doble voto en la consulta.

«Sabemos que un 70% de los electores están dispuestos a votar contra el gobierno. Pero con el fraude de reubicaciones (de votantes, alejados de sus centros naturales de votación) y las máquinas, se provocaría un retardo que impediría a la oposición recoger los 3,8 millones de votos (necesarias para remover a Chávez)», aseguró.

García dijo que los antagonistas del gobernante podrían captar sólo 3,2 millones de votos bajo este panorama que, advirtió, podría verse avalado «si los ciudadanos, los militares y la comunidad internacional no actúan frente a este régimen autoritario».

Amaury García, otro directivo de la CD, prevé un «escenario de violencia» en Venezuela después del 15 de agosto y aseguró que el Bloque está tomando medidas frente a esas acciones.

«Si hay fraude llamaremos a la desobediencia civil y a una guarimba generalizada (bloqueo de calles)», amenazó García, al referirse a las protestas impulsadas por opositores entre el 27 de febrero y 4 de marzo pasados en sectores residenciales del país, que dejaron nueve muertos.

Aclaró, igualmente, que su organización repudió las últimas declaraciones del ex presidente Carlos Andrés Pérez en las que llamó a sacar violentamente a Chávez del poder e instaurar un gobierno de fuerza.

No obstante, este líder radical calificó de «muy coherentes y razonables» las acusaciones de Pérez sobre las aspiraciones del gobierno de cometer fraude en el referendo y apoyó la negativa de la CD -a la que llamó «oposición light»- de negarse a firmar un acuerdo público con el gobierno para respetar los resultados de la consulta.

«Toda firma o pacto que se firme con el gobierno es un aval al fraude», sostuvo.

García también afirmó la «total y aboluta solidaridad» de la organización radical con los militares disidentes (muchos de ellos miembros activos del grupo) que se encuentran en la clandestinidad, tras ser pasados a retiro.

También lamentó el «bloqueo mediático» que, dijo, impulsan los medios de comunicación venezolanos, alineados con la oposición, por sus críticas a la CD.

Chávez vinculó al Bloque Democrático con 88 paramilitares colombianos detenidos el pasado 9 de mayo en la periferia de Caracas, acusados de querer provocar un golpe de Estado para luego asesinar al mandatario.

También vincula a los radicales venezolanos con la explosión de sendas bombas en las dependencias diplomáticas de España y Colombia en Caracas a principios de 2003.