Tras la llegada de un buque con 1,9 millones de galones de Gas Licuado de Petróleo (GLP), comenzó a mejorar ayer el suministro de ese carburante en la capital y la provincia Santo Domingo; pero todavía se observaban filas de carros y de amas de casas en las envasadoras que disponían del producto.

La Refinería de Petróleo informó a este diario que el miércoles por la noche llegó al país el buque «Aragas», con 46,000 barriles de GLP, equivalente a 1.9 millones de galones, que de inmediato comenzaron a ser despachados a las envasadoras.

Andrés Vásquez, vocero de la Refinería, anunció, asimismo, que mañana llegará al país el buque «Kurzeme», con cinco millones de galones de GLP (120,000 barriles) con lo cual las autoridades esperan se normalice el suministro del combustible, cuya escasez ha causado irritación en amas de casas y choferes que lo utilizan en sus vehículos.

Vásquez dijo que la Refinería ha estado importando con normalidad la parte de GLP que le corresponde dentro del mercado, pero que «hay otras terminales que no sé si están cumpliendo como lo está haciendo la Refinería».

Afirmó que el gobierno está cumpliendo con la entrega de fondos para la compra del carburante en el exterior.

Sin embargo, sectores vinculado al negocio del GLP dijeron a HOY que la crisis periódica que se registra en el suministro del combustible, se debe «definitivamente» a los retrasos del gobierno en la entrega del subsidio.

Asimismo, dueños de envasadoras se quejaron por la lentitud en el despacho de GLP y alegaron que sus camiones duran hasta 48 horas haciendo turnos en la Refinería.

El gobierno aporta un subsidio de RD$25 a RD$30 por cada galón de GLP que se vende y, según la Refinería, eso se está pagando «religiosamente».

Sin embargo, desde hace varias semanas se registran crisis periódicas en el suministro.

SE QUEJAN

Entretanto, Choferes y amas de casas consultados, se quejaron por la escasez de GLP y culparon al gobierno por la situación.

Algunos conductores, cuyos vehículos usan GLP, dijeron a este reportero que habían visitado varias plantas envasadoras para poder abastecerse del combustible.

Henry García, chofer de carro público, dijo que desde la semana pasada, cuando comenzó la escasez, sus ingresos se han reducido, ya que pierde tiempo haciendo filas en las envasadoras para reabastecerse.

«A veces uno dura tres horas en una fila y cuando llega allí, no hay gas, ya se terminó», afirmó.

Otros choferes manifestaron que a menudo tienen que abandonar el servicio por falta de gas y porque el negocio del concho no es rentable utilizando gasolina.

Mela Pérez, de Villa Juana, se quejó por la escasez del carburante y dijo que la situación se ha tornado «insoportable». Afirmó que duró dos días sin poder cocinar en su casa por falta de gas.

La crisis en el suministro de GLP ha afectado a miles de choferes del transporte público, amas de casa y dueños de plantas envasadoras.