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SANTIAGO DE CHILE. AP. Una de las dos máquinas que perforarán ductos para extraer a los 33 mineros sepultados desde hace 25 días tenía previsto iniciar ayer tarde la lenta tarea, que llevará al menos tres meses. La perforación de uno de los ductos sufrió una leve demora porque faltaba una pieza o martillo que debía traerse desde Alemania. El elemento llegó la mañana de este lunes a Santiago y de inmediato un avión militar de transporte lo condujo hasta Copiapó, ciudad distante 50 kilómetros del yacimiento de oro y cobre donde se encuentra sepultados los mineros a 700 metros de profundidad.
Las autoridades confirmaron que de inmediato sería montada en la enorme perforadora, que a un ritmo de unos 20 metros diarios horadará el cerro bajo el cual se encuentran los mineros. Pero el ministro de Minería, Laurence Golborne, señaló a la prensa en el campamento que de todos modos la máquina va a comenzar a operar en el día de hoy, antes del montaje del martillo. Al mismo tiempo, otra máquina perforadora viaja rumba al campamento proporcionada por una empresa privada para emprender lo que las autoridades llaman la alternativa B de rescate, y que permitiría acelerar la extracción de los trabajadores.
El proceso de bajar y subir las pequeñas jaulas en las que serán colocados los mineros para subirlos, que un astillero de la armada comenzó a fabricar, tomará unas 3 horas para cada uno, por lo cual la tarea demandaría tres o más días.
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Calor y humedad
Las autoridades sanitarias pidieron a los mineros que trasladen a un lugar más seco y seguro su albergue de emergencia. La alta humedad y calor en el actual obliga a los mineros a permanecer semidesnudos y soportando temperaturas de 30 grados Celsius. Antes que la semana pasada se iniciara su alimentación y el envío de agua, los mineros presentaban aguda deshidratación, que ya se encuentra superada. El ministro de Salud, Jaime Mañalich, también en el mineral, expresó que cuando la sonda alcance los 700 metros en que se encuentran refugiados los mineros dentro de un mes caerá mucha agua y lodo al sitio. Los médicos han continuado monitoreando la salud de los trabajadores.
