Llega la era del tecnosexual

Llega la era del tecnosexual

El metrosexual, joven acaudalado de la metrópoli que mima su aspecto hasta extremos antes exclusivos de la mujer, cuya orientación sexual carece de relevancia porque en realidad se toma a sí mismo como objeto de amor y placer, ha dejado de ser el último grito en lo que a tendencias se refiere.

Ha nacido el tecnosexual, un hombre que sigue teniendo en cuenta el lado femenino despertado en la era de la metrosexualidad, pero que da una especial relevancia a los artilugios de avanzada tecnología que emplea a diario.

El tecnosexual es la evolución del típico informático, “calculín” con un par de gruesos lentes y bolígrafos perfectamente colocados en el bolsillo de la camisa, con dificultad para socializarse y cuyos chistes sólo ríen los de su propio gremio mientras el resto piensa si realmente los extraterrestres se han adueñado de la Tierra.

Un contundente ejemplo del típico informático es Bill Gates, el hombre más rico del mundo gracias a la creación del Windows, un programa que ha revolucionado el mundo del ordenador personal. Si echamos la vista atrás, la imagen de Gates hace unos años era la del típico informático descrito anteriormente, aunque hay que admitir, que este genio de la programación ha ido adaptándose a los tiempos y ahora goza de una imagen un tanto más actual. Ha reducido el tamaño de sus gafas y lleva los trajes y las corbatas a la moda, aunque dentro de lo recatado. Sin embargo no se puede decir que Gates sea un tecnosexual.

NARCISISTA Y URBANO

El autor del revolucionario término es Ricky Montalvo, un físico y matemático estadounidense amante de la técnica informática, que define al tecnosexual como un ser narcisista y urbano, fascinado por la informática, con un alto nivel de vida.

Se trata de un hombre deportista preocupado por su alimentación y su cuerpo, pero que rechaza el uso de cosméticos y de la cirugía estética. Prefiere emplear todo el tiempo en explorar su ordenador portátil, revisar la agenda electrónica e instalar tanto en su casa como en el coche los más avanzados sistemas de sonido.

En realidad el término fue empleado por primera vez por intelectuales en 1970 en referencia a la atracción sexual del hombre hacia máquinas, androides y robots. Sin embargo, Montalvo ha redefinido el término, que no implica una determinada orientación sexual, pues se trata de un concepto universal que define un estilo de vida en el que priman los últimos avances tecnológicos.

Todos los aspectos e implicaciones del tecnosexual son tratadas en profundidad en una página web: www.technosexual.org, creada y dirigida por el mismo Montalvo y en la que se dan desde ideas para decorar la casa hasta consejos sobre qué aspiradora es la más apropiada para mantener impecable el hogar.

Además, el problema de cómo acarrear de un lado a otro todos esos aparatitos tan indispensables para el “tecnohombre”, es decir, el teléfono móvil, el reproductor de música, el “bluetooth” (tecnología inalámbrica, que permite hablar en el caso del teléfono celular sin sacarlo del bolsillo), los cascos para el teléfono, y el ordenador portátil, lo soluciona el norteamericano con la adquisición de unas bolsas diseñadas por Louis Vuitton exclusivamente para este menester.

La web no tiene desperdicio, en ella Montalvo inserta fotos de sus viajes y comenta sus impresiones, además de aclarar que D&G y Urban Outfitters, entre otros, son sus diseñadores de camisetas preferidos.

Hasta el momento el mediático futbolista David Beckham, el hombre de los mil y un peinados, era el prototipo de varón a seguir pero parece haber perdido la estela bajo la del jugador del Arsenal, Fredrick Ljungberg (1977, Suecia), protagonista en 2004 de la sensual campaña de la firma Calvin Klein.

El sueco ha arrebatado el trono al inglés y es ahora ejemplo del hombre tecnosexual o tecnomacho, según gustos, pues además de cuidar su aspecto físico a lo “metro”, no pierde onda en cuanto a moda tecnológica se refiere. Tiene un modernísimo teléfono móvil de tercera generación, su ordenador personal está conectado a la red 24 horas al día, y no hay concentración deportiva a la que no se lleve su reproductor de mp3.

LA PAREJA TECNOSEXUAL

Dada la rapidez con la que el metrosexual ha pasado a ser historia, hay quienes se preguntan si sucederá lo mismo con el tecnosexual, a lo que Ricky Montalvo responde que como la tecnología forma parte intrínseca de la vida del ser humano el hombre no dejará nunca de ser tecnosexual.

Es un término que en principio sólo se puede aplicar al varón, pues la mujer, según el mismo Montalvo, siempre ha tenido su propio estilo y ha sido capaz de crear sus propios movimientos.

Sin embargo, si se tratase de buscar la pareja ideal para el tecnosexual se necesitaría encontrar una tecnodiva. Una mujer que sin ningún tipo de recelo o duda es capaz de trabajar con su ordenador portátil desde un cibercafé, mientras realiza gestiones por el teléfono móvil con cámara digital incorporada, y que cuando llega a casa hace la compra por internet mientras observa, a través de la red, cómo su hijo juega en la guardería. En definitiva una mujer adaptada a las últimas tecnologías. 

EFE-Reportajes

 

Publicaciones Relacionadas

Más leídas