ROSARIO TIFÁ
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  En cualquiera de los materiales que se use para su elaboración siempre concitarán la atención de una mujer práctica y la vez deseosa de exhibir todo lo que está “in” en el campo de la moda  donde las tendencias marcan la diferencia.

En este momento, la tendencia es el charol, que luce imponente ante el tradicional bolso de piel, aunque  sin que pueda  fácilmente doblarle el pulso, por las fuertes raíces que lo sustentan desde siglos.

 El charol ha vuelto junto a la primavera y, como esta bella estación, ha renacido en todo su explendor.

Para este 2008 los complementos son todo un mundo de charol en sus diferentes versiones: charol liso; charol arrugado, una versión mucho más moderna, que confiere un aspecto muy juvenil, y ponible para cualquier ocasión; o combinado con plástico transparente.

En lo que a zapatos se refiere, se llevan especialmante con un poco de plataforma y tacón ancho o de cuña y dedo al aire, aunque también los tienes de punta.

Grandes carterones y bolsos en charol se “señorean” por ahí acompañados de elegantes y finos zapatos de tacos corridos y gruesa plataforma.

 Este es un juego perfecto para engalanar, como excelente complemento del vestido, la figura de una mujer que en ocasiones asume una posición sibarita, vanguardista o conservadora.

También se encuentran los carterones en pieles puras o imitaciones  hermoseando los estantes  de las tiendas.

   Las marcas son variadas, cada una con su sello particular del diseñador y, de esa manera observamos  tan cotizadas como Gucci o Salvatore Ferragamo imponiendo su estilo elegante para una mujer muy “chic”.

Pero, ¿qué decir de aquellos calzados con el sello de  gurús de la moda del prestigio de Dolce & Gabbana, Benetton, Chanel, Tommy Hilfiger, Louis Vuitton, Zara, Marcel’s o Guess. Gabrielle “Coco” Chanel impuso su estilo clásico  y único con una visión futurista en bolsos que se identifican con la tradicional C entrelazada, aparecida en los 70 y que causaron sensación en el mundo. Prada lo hace en 1913.  Louis Vuitton surge con su estilo de bolsos para viajeros parisinos, luego -en 1854- su empresa explora en el negocio con una elegante colección de carteras y bolsos para la mujer.   Ellos y otros diseñadores de igual valía se han empeñado en las últimas décadas en crear accesorios cada día más innovadores impulsando una idea  que se comenzó un siglo antes de Cristo.