Desde que aparecen los primeros visos de la Navidad: charamicos, arbolitos, guirnaldas, luces, bolas… llegan también con ellos las más enraizadas tradiciones, utilizadas en cualquier momento para celebrar. Tal es el caso del jengibre, aromática raíz que da un sabor picante a la época.

Aunque una taza de té de esta planta sabe mucho mejor si la temperatura está fría, ese friíto propio de la estación otoño-invierno, pero que los dominicanos solo disfrutamos esporádicamente, en tiempos “pascueros” con frío o con el calor característicos de esta isla caribeña, el jengibre es una excusa para cualquier “juntadera”.

Tradición. Es casi siempre la bebida protagónica de los aguinaldos, que desde principio y durante toda la época navideña da color a encuentros sociales.

Té o infusión. La bebida es utilizada tanto como acompañante de deliciosas picaderas o pasabocas dulces o salados, como igual con motivos sanadores, ya que el jengibre tiene también múltiples propiedades medicinales.

A esta planta, cuyo origen se sitúa en Asia tropical, con una característica consistente en un bulbo amargo-picante, recibe diversas calificaciones beneficiosas.

Respecto de ella datos históricos refieren que es digna de uso no solo en el arte culinario, sino también como tisana curativa.

Investigaciones sobre el jengibre dan cuenta de que este sirve como afrodisíaco, que es una planta que atrae al amor y un sinnúmero más de consideraciones favorables.

Con jengibre. Desde el tradicional té, que mayormente solemos consumir en mayor cantidad en la temporada navideña, se elaboran en la cocina múltiples recetas, desde postres hasta deliciosos platos, tales como pan de jengibre, galletas de jengibre, pescados al jengibre, mariscos al jengibre, salsa de jengibre para aderezar, una amplia cantidad.

Los asiáticos son los que mayormente suelen utilizar esta raíz en la cocina. Sin embargo, en la República Dominicana en lo que más solemos utilizarla es en el tradicional té para en encuentros sociales en Navidad, y a veces como tisanas medicinales.